“Para ser escritor se nace, no se hace; yo no estoy de acuerdo en que haya escuelas en donde tengas que ir a aprender a ser escritor, no creo que existan. Es importante que tengas esa capacidad, ese don, y después de tenerlo sólo hay que desarrollarlo, ahí sí necesitas a lo mejor aprender un poco de poética, retórica, pero no creo que exista algo que diga ‘así se escribe una novela’”.
Faustino Velázquez Ramírez
Escritor
TORREÓN, COAH.- “Un logro a nivel personal muy importante, dada la magnitud del premio y su calidad, me siento honrado que me hayan escogido como ganador, es emocionante y gratificante”.
Así se expresó Faustino Velázquez Ramírez, el ganador de la novena edición del premio nacional de poesía “Enriqueta Ochoa”, durante la rueda de prensa que se ofreció en la Casa de la Cultura de Torreón a su arribo a esta ciudad.
Es la primera vez que participa en un certamen a nivel nacional, y anteriormente ya había obtenido un tercer lugar en el concurso estatal “Jorge Cuestas”.
Visiblemente cansado por la travesía desde Jalapa, Veracruz hasta La Laguna, la cual emprendió la noche del martes, el autor de “La presencia nómada” dijo que tardó cerca de dos años y medio en su creación, la que en un principio tenía otro sentido.
“Originalmente se iba a llamar ‘La casa onírica’, iba a ser un poema largo en el que iba a ver dos habitantes en esa casa; es decir, una presencia y yo escribiendo sobre la presencia”, dijo.
Sin embargo, con el curso del tiempo el poema fue cambiando, la casa fue perdiendo el centro, y la presencia se convirtió en lo importante. Por ello, Velázquez pensó sobre la presencia, que podría ser un ente, un fantasma, la literatura, la escritura, el amor, o la mujer. Pero esa presencia tenía que ser nómada: “en el momento en el que yo lo estaba tratando de asir para mí se disipaba, ése es el sentido del libro. La primera parte son poemas en prosa, la segunda es una especie de contrapunto entra la primera parte y la última, y la última es el poema que da nombre al libro”.
Originario del Distrito Federal, pero radicado en Jalapa, Faustino aún no concluye sus estudios en Literatura Española en la Universidad Veracruzana, y además de escribir poesía, se dedica a atender una librería en esa población jarocha.
Cuestionado acerca del seudónimo “Rosiska Lisboa” que utilizó para inscribirse en el “Enriqueta Ochoa”, el joven escritor señaló que “Lisboa es un apellido de una poeta portuguesa, y el Rosiska lo vi en un libro de ensayos y me gustó el nombre”.
Asimismo, confesó que una de sus principales inspiraciones a la hora de escribir poemas es Octavio Paz, así como algunos poetas norteamericanos.
“En uno de los poemas en prosa de la primera parte, tuve influencia de un poeta venezolano poco conocido, José Antonio Ramos. Éste tiene como variante en sus creaciones literarias, que elimina la partícula ‘que’, lo que llamó la atención de Velázquez, además de “su maravillosa forma de expresarse en la que no se fija en la musicalidad, sino en el fondo”.
Y a lo largo del libro hay una influencia musical muy notable, que según el autor, es principalmente de Bach.
Respecto a los temas que prefiere a la hora de escribir poesía, el ganador señaló que a veces es la soledad, y otras el amor, principalmente.
“Uno de los textos que más trabajo me costó fue el de ‘Fragmentos del derrumbe’ que es una cuestión más intimista, más de mí para los demás, hay cosas del pasado de la infancia que están en ese poema y también hay una presencia que es nómada, todo el libro tiene esa temática que una persona que puede ser un ente, se disipa cuando yo quiero encontrarlo o abrazarlo”, se refirió a uno de los poemas del texto ganador.
Harían falta más páginas para seguir hablando acerca de Faustino Velázquez, una joven promesa de la poesía en México, quien esta noche recibirá el premio nacional “Enriqueta Ochoa”, en el auditorio del Museo Regional de La Laguna.
Será en punto de las 20:00 horas cuando recibe su reconocimiento y la cantidad de 50 mil pesos, en una noche que será amenizada por el Cuarteto Vivaldi y las poesías del mismo escritor.