Por Kay Johnson
Hanoi.- El lago vietnamita de Hoam Kiem, en Hanoi, alberga una tortuga gigante de unos dos metros de largo que, a través de sus contadas apariciones, ha alimentado una leyenda comparable a la del monstruo del lago Ness.
Durante años, muchos residentes de la capital vietnamita creyeron que las historias de un enorme quelonio que nadaba en las aguas del lago, y cuyo pico tenía el tamaño de una cabeza humana, eran un mito, como aquellos de Nessie o el Yeti.
Sin embargo, después de que el animal fuera avistado en múltiples ocasiones en la última década y tras realizar diversos estudios, los científicos han llegado a la conclusión de que la tortuga de Hoan Kiem es real, aunque quizás la última de su especie.
"Pensaba que era simplemente una historia", comentó Simon Cartwright, un profesor inglés que, sin dar crédito a sus ojos, avistó al evasivo y gigantesco animal en una de sus últimas apariciones en la superficie del lago.
En opinión del profesor Ha Dinh Duc, considerado el principal estudioso de la extraordinaria tortuga, es posible que ya sea demasiado tarde para evitar su extinción.
"No existen otras colonias de tortugas gigantes en los diferentes lagos de Hanoi, ni un programa de procreación, porque sólo queda una tortuga gigante", indicó el científico.
Duc bautizó al animal como "Rafetus Leloii" en honor al rey Le Loi, quien hace medio millar de años liberó a la antigua ciudad de Than Long -que se convertiría más tarde en Hanoi- de la ocupación china.
Casi desde esa época, las historias sobre la gigantesca tortuga de Hoan Kiem corren de boca en boca entre la sociedad vietnamita.
Cuenta la leyenda que Le Loi venció a los invasores chinos en 1427 gracias a la ayuda de una espada mágica enviada por los dioses, y tras su victoria el monarca organizó fastuosas celebraciones en el lago, ubicado en el centro de la capital.
Durante los festejos, una enorme tortuga dorada emergió de las profundidades para aparecer junto al barco del rey, a quien pidió que devolviera la espada a sus divinos propietarios: inmediatamente, el acero saltó del cinto del monarca y voló hasta la boca del quelonio.
La tortuga regresó a las profundidades del pantano dejando tras de sí una estela azul y, desde entonces, se conoce el lugar como Hoan Kiem, "el lago de la espada restituida".
Según el profesor Peter Pritchard, uno de los principales expertos en lo que se refiere al estudio de los quelonios, la tortuga de Hoan Kiem pertenece a la especie de los "Rafetus Swimhoei", cuyos ejemplares eran capturados hasta quince años atrás por los pescadores en el cercano río Rojo.
"En algún momento, no hace mucho, existían más tortugas en el lago, quizás una docena", manifestó Pritchard, quien no se aventuró a asegurar que el animal que aparece periódicamente sobre las aguas, caracterizado por una mancha blanca en el pico, sea el único superviviente.
Duc, por su parte, está convencido de que el habitante de Hoan Kiem es de una especie única y nunca antes conocida, ya que -afirma- posee un caparazón y garras diferentes al "Rafetus Swimhoei"; sin embargo, se muestra pesimista acerca de que el objeto de su estudio se extinga antes de lograr convencer a la comunidad científica.
Para el conservacionista Doug Hendrie, que trabaja en favor de la protección de 23 especies de tortugas en peligro de extinción en Vietnam, el misterio de Hoan Kiem puede desaparecer pronto, al igual que la espada de la leyenda.
"Es probable que la tortuga que el profesor Duc ha estado estudiando desde hace años se encuentre en el tramo final de su existencia. No me agrada adelantar cuánto tiempo le queda", señaló Hendrie, quien apuntó que "ciertamente, la leyenda perdurará más que la tortuga".
EFE