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Mochicahui, Sinaloa.- Convertida en un centro de las lenguas, una especie de Babel étnica, esta población atestiguó el surgimiento de una institución educativa única en su género: la Universidad Autónoma Indígena de México (UAIM). Empero, hoy ésta vive su peor crisis económica, a grado tal que no hay recursos para cubrir los salarios de los empleados ni el gasto corriente.
Visitada y elogiada por el presidente de la República, Vicente Fox Quesada, apenas el 17 de abril pasado, cuando dijo “anticipamos nuestro compromiso de seguir apoyando este esfuerzo y esta universidad”, la UAIM posee un modelo de enseñanza muy distinto al tradicional, al carecer de aulas y rígidos horarios de clases; cuenta con 2 mil estudiantes de 17 etnias del país y desarrolla un programa de enseñanza experimental con un grupo de mizquitas y mayangnas nicaragüenses.
El rector de la institución, la que cobró vida tras el decreto 724 del Congreso del estado el 5 de diciembre del 2001, el antropólogo Jesús Angel Ochoa Zazueta expresó que sólo quedó en promesas el compromiso de la federación de respaldarlos con 30 millones de pesos para concluir este año fiscal.
Xóchitl Gálvez, de la oficina de Asuntos Indígenas de la presidencia de la República, consiguió 16 millones de pesos vía la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), dice.
En enero pasado, al ser la UAIM incorporada al Programa Integral de Fortalecimiento Institucional de la Secretaría de Educación Pública (SEP), se ganó el derecho de recibir apoyos económicos de la federación.
No se trata de dádivas, precisa molesto el rector, sino de reclamar los fondos comprometidos a ejercerse entre mayo y agosto de este año. Han pasado cinco meses y los 16 millones acordados no han sido entregados, y la institución no ha podido pagar al personal los salarios de las dos últimas quincenas.
Dolores Audero Combera, de origen mayo, presidenta de la Federación de Estudiantes Indígenas, que aglutina tzotziles, tzeltales, zapotecos, purépechas, coras, yaquis, rarámuris, mixtecos, huicholes, yoremes y cucupas, entre otros miembros de 13 entidades, expone que están en la espera del financiamiento ofrecido por los funcionarios que han visitado la universidad, como el subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación, Julio Rubio Oca.
Visitada por miembros de los poderes Ejecutivo y Legislativo, como el presidente Fox, la UAIM ha sido objeto de innumerables elogios y, por ende, de ofrecimientos de recursos económicos para este año. Catorce millones de pesos corresponden a la Secretaría de Educación, programados en ministraciones que debieron iniciarse en septiembre pasado, expone Audero Combera.
En esta Universidad Indígena se forman profesionistas trilingües en ocho licenciaturas, tres maestrías y dos doctorados. Los maestros tradicionales están ausentes -en su lugar hay facilitadores académicos-, mas no los libros y la más avanzada tecnología que permite disponer de una computadora por cada seis alumnos, cuyos conocimientos son evaluados periódicamente por facilitadores académicos, explica el rector.
Con pleno respeto, e incluso alentándoles sus culturas y tradiciones, añade Ochoa Zazueta, los jóvenes indígenas que asisten a la UAIM reciben una formación académica de primer nivel. Así, la matrícula crece en forma acelerada y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) propuso otorgar becas a miembros de etnias extranjeras, y en forma experimental un grupo de mizquitas, etnia nicaragüense, ha sido incorporado como estudiantes.
En Mochicahui, tierra de la antigua tribu zuaque, se inició una revolución cultural en favor de los indígenas, la que se mantendrá firme, pese a las restricciones económicas, advierte Jesús Angel Ochoa. El personal administrativo y el docente sacrifican el cobro de sus salarios.
Para el 2003, la UAIM requiere de 50 millones de pesos como subsidio federal, para tres carreras profesionales y un doctorado más.
- Los Facilitadores Académicos: encargados de las evaluaciones periódicas de los conocimientos adquiridos de los estudiantes.
- Licenciaturas: Etnopsicología, Sociología Rural, Turismo Empresarial, Cultura Popular, Ingeniería en Sistemas Computacionales, Derecho Fiscal, Contabilidad y Periodismo.
Innovaciones: si los alumnos presentan deficiencias se les asignan tutores que los orientan y encauzan, pues en la institución no hay reprobados. El rector explica que en este centro étnico-educativo, donde además hay albergues para que vivan los estudiantes, se eliminó asimismo el examen de admisión y la asistencia a clases en aulas cerradas, ya que asesores en distintas materias se encargan de estimular el estudio directo en fuentes impresas y cibernéticas.
De manera individual, los estudiantes, donde 75% son mujeres, son evaluados por sinodales, quienes acreditan las asignaturas hasta concluir la curricula, ahonda.
Bajo las sombras de las enramadas o de los enormes árboles, los alumnos consultan sus apuntes o discuten entre sí los conocimientos adquiridos, lo que les permite tener una mayor convivencia y un intercambio permanente de puntos de vista sobre las materias que cursan.
En un futuro cercano, cientos de indígenas que egresarán de esta Universidad no sólo hablarán su lengua nativa y el español, sino que dominarán el idioma inglés, en una relación muy firme entre sus tradiciones y creencias y el manejo de la tecnología en forma competente, asienta el rector.
- Anexo a la UAIM hay modestos albergues estudiantiles en donde se brinda alojamiento y alimentación gratuita a los grupos de indígenas.
- Los estudiantes proceden de Chiapas, Oaxaca, Veracruz, estado de México, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Chihuahua, Sonora y Sinaloa, entre otras.
Desde enero pasado esta nueva Universidad fue incorporada al Programa Integral de Fortalecimiento Institucional de la Secretaría de Educación Pública, lo que da sustento legal a su reclamo de ayuda financiera de parte de la federación para ampliar su infraestructura.
Odalma Ramos, de 20 años y estudiante de Contabilidad, originaria de Nicaragua, quien junto a 13 indígenas mezquitas y mayangnas forma parte de un esquema educativo experimental promovido por la UNESCO, para otorgar 100 becas a partir del próximo año a miembros de otras etnias de diversos países para que asistan a esta universidad, se muestra contenta por poder convivir con otros estudiantes.
José Antonio Malecón Díaz, secretario de Educación Pública y Cultura del estado, expone que esta Universidad debe servir de modelo para el resto del país, donde el número de indígenas es mayor y se tiene una diversidad de etnias con lenguas y creencias distintas que reclama espacios educativos, para convertirse en profesionistas y puedan competir en igualdad de circunstancias en la conquista de empleos.
Poco más de 75% de los 2 mil alumnos matriculados en las ocho carreras de nivel profesional son mujeres, en su mayoría proceden de comunidades indígenas de los estados de Chiapas y Oaxaca; antes de llegar a este centro educativo nunca habían usado blusas, mucho menos conocían el cine o el mar, el cambio les abrió los ojos a una realidad distinta a la que están acostumbradas a vivir en sus lugares de origen.
El cambio de escenario no fue brusco ni traumático, precisa el rector de la UAIM, puesto que todos ellos tienen una visión más abierta de lo que es nuestro país y el mundo, por sus estudios de bachillerato, los cuales les permitieron estar preparados para entrar a un mundo más complejo y cambiante.