TORREÓN, COAH.- Aunque necesarias y positivas, las auditorías académicas en escuelas primarias y secundarias no se han efectuado como lo había anunciado la Secretaría de Educación Pública (SEP); la suspensión de clases y salidas temprano que con frecuencia se observan en algunos planteles educativos, siguen afectando severamente la educación pública.
Libertad Márquez de la Rosa, maestra jubilada con más de treinta años de servicio al magisterio, recuerda que antes no se hablaba tanto, pero el trabajo en las escuelas era totalmente distinto al que se aprecia en la actualidad, más vocación de los docentes y mejor funcionamiento de las escuelas, sin generalizar, aclaró.
Han transcurrido dos ciclos escolares desde que la SEP anunció la aplicación de auditorías en las primarias y secundarias, labor con la cual se trataría de conocer el nivel de aprendizaje de los alumnos, pero también la capacidad de enseñanza de los docentes y en general el servicio que se presta en la educación pública dentro del nivel básico.
Todo parece indicar que los planes quedaron sobre la mesa, pues nada ha ocurrido desde entonces y en muchas escuelas prevalecen las irregularidades permitidas por los directores, pero lo más grave es que a muchos profesores no les cae el veinte aún del daño que ocasionan a los niños y jovencitos cada vez que abandonan sus campos de acción de manera injustificada.
La estrategia de la SEP era sumamente positiva –llegar de manera sorpresiva y aplicar exámenes a los alumnos--, lo que permitiría en forma real, conocer el servicio que se ofrece, pero también el tipo de profesores que se tiene en el plantel.
En forma constante se observa en las puertas de algunas escuelas que no habrá clases por juntas sindicales, o bien que la salida será antes de la hora marcada por el reglamento escolar, todo en deterioro de la educación.
Las escuelas primarias y secundarias requieren de una mejor supervisión, sobre todo las que se encuentran en la periferia de la ciudad, pues el nivel de aprendizaje es bajo y se puede comprobar cuando se pone a leer al estudiante de secundaria, mencionó.
Sería un error el que la SEP desistiera de la idea de someter a auditorías a las instituciones del nivel básico, tomando en cuenta el enorme beneficio que traería a la niñez y juventud, consideró la maestra jubilada.
Son internas, pero no sorpresivas
Por su parte, la inspectora de zona escolar Margarita Martínez, mencionó que las auditorías a primarias y secundarias sí se realizan, pero son internas y aceptó que no son sorpresivas, de tal manera que no tienen el peso de importancia real.
Reconoció que debe ser un organismo externo el que desarrolle este tipo de estudios, de lo contrario la SEP sería juez y parte de su servicio y los resultados definitivamente serían favorables para la dependencia, pero nada positivos para la sociedad, concluyó.