Reuters
LIMA, PERÚ.- En busca de ahorro en las finanzas públicas, Perú acordó enviar de vacaciones a unos 700,000 trabajadores estatales durante la última quincena del año, aprovechando la poca actividad en el sector por las fiestas de Navidad y Año Nuevo, dijo el jueves el gobierno.
"El ahorro está en los servicios de dejarán de consumirse como luz, agua y teléfono que demandan grandes gastos para el Estado", dijo el primer ministro Luis Solari, en entrevista con la radioemisora local CPN.
El funcionario dijo que la decisión, inédita en este país de 26.7 millones de habitantes, de los cuales el 54 por ciento vive en la pobreza, fue aprobada la noche del miércoles en un consejo de ministros y será oficializada en los próximos días.
Pese a que la economía peruana, la séptima de América Latina, registra una recuperación económica luego de cuatro años de recesión y espera un crecimiento de 4.2 por ciento para este año, las finanzas públicas son el mayor dolor de cabeza del gobierno al presentar un nivel deficitario desde hace años.
Para el 2002, el gobierno del presidente Alejandro Toledo prevé reducir el déficit fiscal a 2.3 por ciento del Producto Interior Bruto ?de unos 54,000 millones de dólares? frente al 2.5 por ciento del 2001.
La reducción del déficit fiscal, al que muchos analistas miran con cautela, es la mayor preocupación del Fondo Monetario Internacional que firmó un acuerdo de metas macroeconómicas con Perú a inicios de este año.
Toledo realiza esfuerzos para racionalizar los recursos del Estado, restringiendo el uso de teléfonos celulares, los viajes al exterior, los gastos en combustibles y las publicaciones en entidades públicas.
Las vacaciones de los trabajadores estatales serían desde el 16 de diciembre hasta el 3 de enero, fechas consideradas de "baja productividad" en el sector público.
"No es que todos los trabajadores del sector público se van de vacaciones, hay algunos servicios básicos, como en los hospitales, donde los servicios de emergencia nunca paran", dijo por su parte el ministro de Trabajo, Fernando Villarán.
"Es una experiencia piloto", agregó el funcionario a la radioemisora local RPP.
El anuncio de otorgar vacaciones masivas a los empleados públicos fue recibido con escepticismo por algunos analistas y líderes políticos de oposición.
"Enviar cientos de miles de empleados a su casa por 18 días me parece un signo dramático de la situación fiscal del país y una señal terrible al extranjero", dijo el líder opositor y ex presidente, Alan García.
Por su parte, el abogado laboralista, Mario Pasco, afirmó que la medida le parece "ingeniosa e innovadora, pero que su éxito sólo se podrá medir en la práctica".