Torreón, Coah.- Más de 50 fraccionamientos, algunos construidos hace más de diez años, no han sido entregados oficialmente al municipio; la nula supervisión ejercida en la creación de estos asentamientos, mantiene a la mayoría de sus habitantes en condiciones desfavorables que les impiden lograr una vida digna.
El Infonavit no supervisa los fraccionamientos, sólo que la casa ?sea habitable? y concede el crédito, explicaron en esa dependencia.
Durante las últimas semanas El Siglo de Torreón, ha visitado varios fraccionamientos constatando los deficientes servicios públicos, principalmente la falta de pavimento, problemas de contaminación, casas construidas sobre terrenos irregulares y otros conflictos endosados a las familias que ocupan los inmuebles.
Ayer, el director general de Desarrollo Urbano, Benjamín Tumoine Villarreal, recordó que al iniciar su gestión había ochenta fraccionamientos no entregados oficialmente al municipio y explicó que siempre ha sido un problema, pues el fraccionador debe tramitar los permisos ante Simas municipal y rural, Comisión Federal de Electricidad, Obras Públicas y otras dependencias para hacer entrega oficial del terreno urbanizado.
Desarrollo Rural debe tener todos los documentos que avalen esos servicios públicos; sin embargo el problema se tenía y a la fecha, un 15 ó 16 por ciento de los fraccionadores han regularizado su situación, respondiendo al llamado de esta autoridad.
Dijo que a la fecha, existen unos 50 fraccionamientos no entregados oficialmente, pues a pesar de que se han aplicado sanciones de hasta 42 mil pesos, no todos han atendido el llamado. Los servicios públicos se ofrecen para no desproteger a la gente de estos módulos y donde no hay pavimento, no se cobra ese impuesto, aseguró, pero se debe a que no fue entregado al municipio.
El subdelegado del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), en esta ciudad, Eduardo González González, aclaró ayer que la dependencia a su cargo no ejerce ninguna supervisión en los nuevos fraccionamientos, sólo checa que la casa sea habitable y otorga el crédito al trabajador.
Abundó que antes de entregar el crédito, representantes del organismo visitan la vivienda, comprueban que tiene todos los servicios y ya si la compañía constructora entregó o no áreas verdes y otros servicios, es facultad del fraccionador y del municipio. El Infonavit incluye en su análisis los antecedentes de propiedad, además al constructor se le exige una fianza por si surgen vicios ocultos en un lapso de dos años.
En los casos de los fraccionamientos Las Luisas, ubicado a orillas del Cañón del Indio, donde las calles carecen de pavimento y se tienen graves problemas de contaminación, así como en Obispado, donde algunas casas se construyeron sobre terrenos irregulares, en ambos casos viviendas con grietas, el Infonavit las consideró adecuadas para vivir, reconoció.
Rubén González Hernández, presidente de la Cámara de la Propiedad Urbana de Torreón, citó el caso del pavimento, cuyo trabajo realizado por el fraccionador es inadecuado, al igual que el mal sistema de conducción de agua; el municipio invierte mucho dinero en atender los problemas heredados por los fraccionadores, quienes junto con los constructores obtienen jugosas ganancias; en toda esta maraña de desatenciones, los trabajadores y sus familias que habitan estas viviendas son los más perjudicados, sostuvo.