Como es costumbre de muchos años, EL SIGLO DE TORREON, el último día del año que aparece esta columna, que en esta ocasión será el 28 de diciembre, se publicarán las calificaciones a que se hicieron merecedores los principales y más “ventaneados” servidores públicos de las administraciones de Coahuila y Durango, así como funcionarios municipales de la Región Lagunera. Con el objeto de evaluar su actuación, nuestros sub agentes han estado muy activos metiendo sus avispadas orejas por todos lados, recavando información entre los sectores de la población a fin de tomar el parecer del sufrido pueblo a quien le toca disfrutar o padecer las actuación de sus gobernantes. Para enriquecer la información, se ha tomado también el sentir de personas que, ajenas a la política, se caracterizan por su cariño y trabajo desinteresado en favor de la comunidad. Los datos recabados están siendo procesados por nuestra computadora “Pony”, modenizada con los últimos adelantos de la cibernética y cuyos resultados emite en diversos idiomas y sonoro lenguaje en calificaciones tradicionales del cero al diez, resultando reprobados los funcionarios que obtengan menos de seis. Como las encuestas de nuestros sub agentes están corriendo por todos los rincones, algunos funcionarios intentan lavar sus pecadillos aprovechando las peregrinaciones para de rodillas expiar sus culpas y pedir el milagrito de no salir reprobados. Dicen las malas lenguas que los jefes policiacos, Friancisco Woo Favela y Jesús Jasso Frayre, así como los de plazas y mercados y transporte público, hasta pencas llevan en la espalda recorriendo varias veces la avenida Juárez hasta el Santuario a la Guadalupana. De los datos que reciba, la computadora emitirá fríamente sus resultados reflejando el sentir comunitario.
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El día de ayer, Javier Garza de la Garza, realizado su sueño dorado de ser alcalde de Torreón, rindió el último informe de gobierno de la administración municipal presidida en su mayor parte por Salomón Juan Marcos.--Los conocedores de la polaca consideran que fue una ceremonia gris y austera, en la que no hubo protestas, pero sí un prolongado aplauso a la labor del ex alcalde Salomón Juan Marcos y uno que otro asistente que aprovechó para dormir una siestecita. Cabe mencionar que el Teatro Isauro Martínez estuvo lleno, sobre todo de empleados municipales, jefes de departamento, algunos empresarios y montones de acarreados de colonias populares. En el informe se precisaron los avances logrados, siendo notorio que en los últimos cuatro meses correspondientes al “reinado” de don Javier, las acciones importantes, que bien pudo haber realizado para imponer un sello a su gobierno y beneficiar a la comunidad, finalmente quedaron en la nave del olvido, pasando sin pena ni gloria su ansiado sueño de mandamás municipal. Sin embargo, él fue muy feliz.—Extrañó en la ceremonia la ausencia de los ex presidentes municipales, pues sólo se vio en la primera fila a don Homero del Bosque y al todavía bien peinado Carlos Román Cepeda, preguntándose los grillos: ¿dónde quedaron Braulio Fernández Aguirre, Manlio Gómez Uranga, Heriberto Ramos Salas, Salvador Jalife y Jorge Zermeño que gracias al Cielo gozan de cabal salud? , comentándose entre los asistentes que a lo mejor no los invitaron, o a los anfitriones les faltó capacidad de convocatoria. Vaya usted a saber Independientemente de lo anterior el informe puso término a tres años de gobierno que en términos generales fueron considerados aceptables por la comunidad.
---------------------0--------------------------------0------Entre los asistentes al informe se comento que la intervención del gobernador Enrique Martínez fue de apoyo y reconocimiento a la gestión de ambos alcaldes, pero sin desbordarse en elogios y adulaciones producto de tiempos pasados. El Gobe se hizo acompañar del saltillero y diputado electo Abraham Cepeda Izaguirre, diciendo los grillos que le está dando calorcito para proyectarlo como presidente del Congreso Estatal, por lo que dicen que don Salomón lo vio con lagrimitas en los ojos de pura envidia. Por otra parte, la presencia del alcalde electo Guillermo Anaya en compañía de seis regidores mereció comentarios positivos por su apertura y cordial convivencia con funcionarios y asistentes, contrastando con la actitud cerrada y huraña que en su tiempo mostró el ex alcalde Jorge Zermeño. Cambian los tiempos. Lo anterior pudiera ser ejemplo de la nueva democracia que vive el país en la cual la comunidad debe estar por encima de los intereses partidistas.
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Se había anunciado, que el día de ayer, después del informe municipal, el gobernador Enrique Martínez inauguraría la Planta Tratadora de Aguas Residuales de Torreón. De último momento, dicen, a petición del Gobe, se decidió cancelar el acto, pues en realidad la citada plata no está terminada, pues falta la tubería de desfogue de demasías. Pero lo más importante es que no se ha definido el precio a que se venderá el agua tratada y tampoco se ha resuelto el problema jurídico de quienes adquirieron los derechos de agua que tenían los ejidatarios, por lo cual hubiera resultado una burla la citada inauguración. Le quedan escasos veinte días de gobierno a la actual administración que difícilmente podrá resolver estos problemas que seguramente le serán endosados a la próxima administración, lo que al decir de muchos será lo mejor, porque en la actual se observan feos intereses contaminados que no benefician a la comunidad, como los ridículos precios que se pretende vender el agua tratada, buscando para ello el apoyo del consejo de SIMAS que al fin ya va también de salida.