VETO Y PUNTUALIDAD
Por
Arturo Brizio Carter
Dos temas cercanos al arbitraje han dado que hablar en estos días; la decisión del titular de la Comisión de Árbitros de no comentar con la prensa en represalia a una supuesta campaña de desprestigio emprendida en su contra por el árbitro en retiro, Bonifacio Núñez, y el retraso con que se presentó en Puebla el cuerpo arbitral del juego entre camoteros y rojinegros del Atlas.
El doctor Edgardo Codesal denunció, en misiva dirigida a un periódico capitalino, un linchamiento periodístico de su persona que dura, según su dicho, seis largos años en que todo el quehacer a su cargo es severamente criticado por el ex silbante hoy en funciones de columnista y comentarista televisivo, conocido como el buen "Boni".
Por ello, sentencia el hábil galeno, no tendrá más lugar la conferencia de prensa semanal a su cargo y sólo emitirá la Comisión respectiva un comunicado calificando el trabajo de los silbantes en la jornada.
Esto suena como un veto, pues habida cuenta que Codesal, interesado en demostrar a la Federación Mexicana de Futbol y al público en general, que ahora sí trabaja con los jueces mexicanos, salió a hacer declaraciones con inaudita frecuencia; algunas de ellas incluso, iban en contra de la mesura y discreción que debe guardar el presidente de los nazarenos, criticando pública y abiertamente la labor de sus dirigidos. Este veto entonces, es mucho más que "castigar" a los medios por culpa de Núñez, sino que el perjudicado final es el gran público que dejará de enterarse de los cómo y porqué en materia arbitral.
Me parece que en lugar de intentar venganza personal contra el periodista, Edgardo debería buscar las razones del descontento general que priva en el grupo de los árbitros mexicanos. Y esto viene a cuento porque es un hecho que Boni recibe una gran cantidad de información que va desde el chisme vulgar hasta la clasificada como "secreto de estado" y es obvio que silbantes en activo y retirados, miembros de la Comisión e incluso federativos, le llevan quejas y denuncias al hoy comunicador.
Quizá Boni se ha excedido en su crítica pero me consta que jamás ha invadido la esfera personal de Codesal; ahora bien, el tema sería si lo que ha denunciado durante seis años es mentira o efectivamente la gestión del directivo ha estado marcada por el abuso y la tropelía. De cualquier forma la reacción de Codesal se avista como una desmesura.
Antonio Marrufo se presentó dos horas después de la señalada para dar inicio al juego Puebla vs Atlas violando el reglamento e incurriendo en una grave falta de respeto al público. Por ley, debería de haber pernoctado en la plaza y no en México D.F., que aunque cerca de la Angelópolis, puede generar problemas.
La bronca es que el suplente, Daniel Cajas, también llegó tarde y permitió que la H. Comisión de Árbitros, mediante una llamada telefónica, ordenara la espera del silbante juarense. Otra joya para Boni.
Al respecto surgen otras cuestiones; a falta de Marrufo, ¿está capacitado un joven como Daniel Cajas para dirigir este duelo? No es personal, digo Cajas como podría decir Jesús Sevilla, Joel Rangel o Jaime Molina que también salieron de suplentes en la jornada.
Este era un duelo de equipos perdedores y desesperados por lo que es de recomendar que a estos cotejos, al margen de exigir puntualidad, se designe al banco de suplentes a un juez de jerarquía. Es demasiado lujo dejar silbantes importantes en casa o pitando divisiones inferiores, enviando a jóvenes inexpertos a cubrir, como en el caso, una emergencia.
Para acabarla de amolar, hasta el visor, mi querido Maximiliano Couret llegó con demora al partido de marras.