Como pudimos constatar esta semana, los mercados financieros mostraron gran volatilidad. Ya sea que hablemos de las principales bolsas de valores del mundo o de las monedas fuertes como el dólar, el euro o el yen, parece ser que el nerviosismo de quienes manejan los grandes capitales no permite que éstos encuentren puerto seguro. En base a esta volatilidad, el director gerente del Banco Mundial, Jeffrey Goldstein, advirtió sobre los riesgos de que la recuperación económica mundial se extienda por más tiempo del que se previó. La nota es relevante y merece atención.
Para nadie es sorpresa que la economía norteamericana ha mostrado mayor debilidad que la pronosticada, nada menos, esta semana, la encuesta que mide la confianza del consumidor estadounidense mostró un retroceso en los niveles que hasta el mes pasado se habían alcanzado y que daban indicios de una ligera recuperación que se esperara se tradujera en mejores niveles de consumo, así que desde el pequeño comprador hasta los grandes ejecutivos financieros parecen coincidir en que el ritmo económico de nuestro principal socio comercial seguirá siendo lento.
Ante esta situación de incertidumbre, Goldstein aconsejó reforzar el paso para llevar a cabo reformas internas que sirvan de protección para ser menos vulnerables ante las presiones financieras internacionales.
Concretamente, el ejecutivo del Banco Mundial enfatizó la importancia de una reforma fiscal y una financiera para garantizar los programas de gobierno y los de asistencia social a los grupos más vulnerables, así como prevenir incrementos en la deuda externa que se traducirían en presiones ante los vaivenes de los mercados. En la medida en que estas reformas se vayan llevando a cabo, los capitales irán reconociendo la habilidad de los países para adaptarse, así como su capacidad financiera para resistir cualquier sobresalto.
Dentro de los países que Goldstein mencionó como más beneficiados por los flujos internacionales de capital, China, México y Corea son los que destacaron; ello nos compromete a acelerar el paso a las reformas que hemos ido evadiendo durante los últimos años y a asumir posturas más responsables. ¿Será que necesitamos que los extranjeros nos vengan a señalar cuáles deben ser nuestras prioridades para atenderlas como se debe? Llama la atención que ahora la moda está en hablar de la reforma eléctrica, pero estamos olvidando que existen otros tópicos más importantes que han caído en el abandono y que no por dejarlos de atender, dejan de tener importancia.
El contar con finanzas públicas sanas que no dependan de un recurso no renovable es cada vez más necesario y no hemos hecho nada por atenderlo, se ha optado por cuidar los votos para las elecciones intermedias del año entrante dejando el tema fiscal de lado mientras nos distraemos en otras cosas importantes.
, pero no tan trascendentes como el arreglar de una vez por todas nuestras finanzas a través de un esquema fiscal adecuado a nuestros tiempos y características.
A ver si al Banco Mundial sí le hacemos caso.