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Voto sobre Iraq

Sergio Sarmiento

“Siempre la mala paz es mejor que la mejor guerra”.

Cicerón

Si el presidente Vicente Fox tenía alguna duda sobre cuál sería la actitud de Estados Unidos al respecto de los coqueteos de México con Francia y Rusia en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en el tema del propuesto ataque a Iraq, no tiene más que leer el editorial de ayer en el Wall Street Journal:

“Una cosa es que un presidente mexicano ceda su política exterior a la izquierda para alguna demagogia sobre la pobreza mundial —sentenció el diario en referencia a la cumbre de Monterrey—; pero ayudar a Francia a bloquear a los Estados Unidos en el Consejo de Seguridad y sobre un asunto de vital interés nacional, es algo que los estadounidenses no olvidarán con facilidad. Como una publicación que ha trabajado larga y duramente para promover la compresión y la simpatía de los Estados Unidos con México, tememos que el progreso que hemos logrado en esta causa pueda ser borrada de un solo golpe.”

El editorial concluye: “El presidente Bush repitió ayer [28 de octubre] que los Estados Unidos y sus verdaderos amigos procederán en Iraq con o sin la bendición de las Naciones Unidas. Esa pequeña liga de naciones va a tener que decidir de qué lado se encuentra.”

El Wall Street Journal no es cualquier periódico. Es la publicación de mayor influencia en la élite empresarial de los Estados Unidos y entre los políticos republicanos que hoy dominan las decisiones en Washington. Es, además, el único medio de comunicación influyente en la Unión Americana que abiertamente ha apoyado la posición de México de abrir la migración entre nuestro país y los Estados Unidos.

Sigo convencido, como lo he manifestado varias veces en este espacio, que hubiera sido más fácil para nuestro país distanciarnos de estas presiones si México no hubiera ingresado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Pero ya no tiene caso especular sobre el “hubiera”. Lo importante es saber cuál va a ser el voto de nuestro país en la resolución sobre Iraq patrocinada por el Reino Unido, el aliado más firme de la Unión Americana y qué consecuencias tendrá sobre México.

La información que tengo disponible es que nuestro país terminará votando en los próximos días con Estados Unidos. Pero no lo hará solo. En el momento de escribir este artículo Francia, que tiene el apoyo de Rusia y de México, está negociando los detalles de una resolución que sería un compromiso con la posición estadounidense. La redacción francesa permitiría el ataque sobre Iraq que tanto ha buscado el presidente estadounidense George W. Bush, pero solamente después de que los inspectores de las Naciones Unidas tengan oportunidad de revisar las supuestas instalaciones de armas nucleares, químicas o biológicas de Iraq. Esta resolución podría llevar a la guerra, pero cuando menos evitaría el ataque automático que ha venido buscando el presidente Bush. El documento no contendría —para usar el término popularizado en las últimas semanas— un “gatillo”. El caso tendría que regresar al Consejo de Seguridad para un voto final con los datos recabados por los inspectores o con la información de que se les habría impedido su trabajo.

Si esta resolución logra concretarse —y me dicen que hay un 95 por ciento de posibilidades para ello— quizá podría lograr 14 de los 15 votos del Consejo de Seguridad. Siria posiblemente se abstendría, si bien se están haciendo esfuerzos por obtener su voto.

Existe la posibilidad, sin embargo, de que no se logre un acuerdo entre Estados Unidos y Francia. Esto podría llevar a una votación mucho más dividida. En ese caso Francia, Rusia, México y seguramente China e Irlanda se abstendrían. Los Estados Unidos tendrían el apoyo del Reino Unido, Bulgaria, Singapur, Colombia y Noruega. El voto de otros países miembros del Consejo de Seguridad no está definido, pero la resolución se aprobaría estrechamente. Aparentemente los miembros permanentes del consejo que se han opuesto a la posición británica-estadounidense —Francia, Rusia y China— han acordado no vetar una resolución que favorezca el ataque a Iraq.

Las posibilidades de que México vaya a votar en contra de la resolución son virtualmente nulas. Nuestro país no puede darse el lujo de enfrentar directamente a la principal potencia del mundo y a nuestro principal socio comercial. Pero sería más fácil para Tlatelolco apoyar una resolución que tenga el apoyo de todos o casi todos los demás miembros del Consejo de Seguridad.

Sin comunicación

Bastante complicado es operar una negociación de este tipo. Pero hacerlo en un momento en que el canciller Jorge Castañeda y el representante mexicano ante las Naciones Unidas Adolfo Aguilar Zínser no se hablan, es sin duda una pesadilla.

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