TORREÓN, COAH.- En el sector textil, la mano de obra se encareció en el mundo globalizado; en los países asiáticos y Centroamérica es mucho más barata, pero que no se quejen los de la industria del vestido, pues eso ya se esperaba.
Así se expresó ayer el asesor de comercio exterior, Heriberto Flores Lizárraga, quien insistió que los de la industria del vestido sabían cuál sería el contexto con el ingreso de países orientales a la Organización Mundial de Comercio. Era cuestión de que pasara el tiempo, añadió.
En la citada organización, a la cual pertenecemos los países supuestamente desarrollados, sabían que tendríamos muchas restricciones en competencia internacional y eso provocaría un flujo más tranquilo en cuanto a mercancías.
Aunado a esta variante, añadió, Estados Unidos espera bajas en su economía debido a la psicosis ocasionada por el primer año transcurrido desde el ataque terrorista, el retiro de capitales por más de 40 mil millones de dólares y lo más lamentable es que el ochenta por ciento de la mercancía de México se exporta a ese país.
El sector textil sabía cuál sería su futuro en el plano comercial y lejos de formar alianzas, buscar socios extranjeros y eficientar procesos para terminar ganando siendo proveedores de marcas de moda practicó la competencia entre ellos mismos y ahora son víctimas de sus errores o desatenciones.
La hechura del pantalón de mezclilla ya está en Asia y Centro América, pues mientras aquí la mano de obra se cobra a peso, allá se cobra a 30 centavos, ya que en el mundo globalizado el más fuerte y el que financia es el llamado “ganón”.