Roma, 31 oct (EFE).-
El edificio escolar de la localidad de San Giuliano di Puglia, a unos 250 kilómetros al sureste de Roma, se desplomó poco antes del mediodía de este viernes, tras un seísmo de 5,4 grados en la escala de Richter que sacudió hoy a las regiones del sur de Italia.
Poco antes de la medianoche, fuentes de los Carabinieri cifraron en ocho el número de personas fallecidas, seis niños y dos mujeres de 56 y 90 años, que habitaban en una vivienda colindante al edificio escolar.
Según el coordinador de Protección Civil, Guido Bertolaso, todavía permanecen atrapados 19 niños y un profesor, mientras que han sido rescatados con vida otros 28 escolares, además de dos maestros y dos bedeles.
Al lugar de los hechos llegó esta noche el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, quien calificó lo sucedido de "auténtica tragedia", aunque su arribo coincidió con el salvamento, después de más de diez horas de trabajos, de un niño.
A episodios "milagrosos" como este se aferran las decenas de padres y familiares que se agolpan tras el cinturón de seguridad instalado por la Policía en torno a la escuela.
Durante toda la jornada se ha excavado con la manos, siguiendo en muchos casos las voces de los propios niños sepultados, que se han ido apagando conforme avanzaba la noche y con ellas la esperanza de encontrar nuevos supervivientes.
Poco antes de las 22:00 GMT la tierra volvió a temblar en San Giuliano de Puglia y en las poblaciones cercanas de la región de Molise, donde se ubicó el epicentro del terremoto, que afecto a centenares de viviendas.
Toda Italia ha seguido conmocionada las tareas de rescate, retransmitidas prácticamente en directo por las principales cadenas de televisión del país, que han programado maratonianos espacios informativos especiales.
Los expertos en geología han insistido en que este terremoto, en una zona que no estaba catalogada como de alto riesgo, no está relacionado directamente con la reciente erupción del volcán Etna, situado en la isla de Sicilia. EFE