1.- Antes al infierno iba cualquiera y lo metían hasta la cocina; hoy se ha vuelto muy selectivo.
2.- Aunque nadie pague lo que debe, hay buenas y malas cuentas, aquéllas, las de los que siguen comprando.
3.- Nadie puede ayudar a su propio nacimiento, pero sí a su propia muerte, y muchos no descansan en buscarla.
4.- Sólo un ocioso pudo inventar las penas de los demás.
5.- La memoria es más infiel que los ojos y los oídos.
6.- El Señor debió haber hecho hermosas a todas las mujeres: por ellas mismas y por los hombres.
7.- Para quien mira lo ajeno, lo primero que hay que hacer es llamar a la policía.
8.- A los viciosos la experiencia les ha enseñado a tener papás ricos; antes se las pasaban negras.
9.- Mi otro yo es un canijo, por eso no puedo confiar en él; ¿de qué me sirve?
10.- Si no es que la verdad para ser creíble tiene que presentarse desnuda, ni quien le hiciera caso.