MINA, Arabia Saudí (AP).-Catorce peregrinos murieron aplastados en una estampida el martes en el ritual islámico de hajj, en el que la muchedumbre apedrea pilares que representan las tentaciones del mal.
Algunos de los peregrinos cayeron y fueron aplastados por la muchedumbre, según la agencia oficial Saudi Press Agency.
Mientras un grupo de peregrinos terminaba su ritual y salía del lugar, se encontró con otro con lo que el tamaño de la muchedumbre aumentó peligrosamente, dijo según la agencia el director de seguridad del feriado, brigadier Abdel Aziz bin Mohammed bin Said.
Las muertes ocurrieron hacia las 10:30 (0730 GMT) en el mercado de Mina.
"Hubo una gran aglomeración, algunos de ellos (peregrinos) cayeron al suelo y 14 murieron aplastados", según la agencia.
Tres indios, cuatro paquistaníes, dos egipcios un iraní y un yemení figuraron entre los muertos. El resto no fue identificado.
El número de heridos no fue dado a conocer, pero dos de ellos seguían hospitalizados el martes por la tarde, agregó la agencia.
Centenares de agentes de seguridad controlan el tránsito y advirtieron a los peregrinos que no se sienten o duerman en las calles.
El rito de los tres pilares ha ocasionado aglomeraciones peligrosas en el pasado.
En el 2001, 35 personas murieron en una estampida durante el rito del apedreamiento del diablo. En 1998, 180 murieron en el mismo ritual. Un año antes, más de 340 perecieron en un incendio en un campamento de carpas en Mina, en las afueras de La Meca.
Más de 2 millones participan este año en el ritual del hajj, que había transcurrido sin graves incidentes hasta el martes. El ritual de Mina continuará en los próximos dos días. Cada peregrino lanza siete guijarros mientras entona "¡Dios es grande!".
Los musulmanes que puedan costearse el viaje y tengan salud para ello están obligados a realizar un hajj por lo menos una vez en su vida. Los ritos, que comenzaron en la vecina ciudad de La Meca -- cuna del islamismo y de su profeta, Mahoma -- lavan los pecados según las enseñanzas coránicas.
El martes es además el comienzo de la principal festividad islámica _ Eid al-Adha, o Fiesta de los Sacrificios. Para observar la festividad, los musulmanes de todo el mundo sacrifican un camello, una oveja o una vaca en recuerdo del carnero que dio Dios al profeta Abraham para que no sacrificara a su hijo Ismael.
Los peregrinos pueden pagar 350 rials saudíes (unos 100 dólares) en oficinas supervisadas por el gobierno encargadas del sacrificio de los de los animales en los mataderos y distribuyen la carne entre los necesitados de todo el mundo.