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“Chicomoztoc” trae el “Fuego Nuevo”

Los danzantes realizarán el ritualel ritual hoy a las 12:00 horas

TORREÓN, COAH.- Un rito, una tradición, casi desconocida, inspirada en el temor de no volver a ver la luz del Sol, así se celebrará este año en La Laguna el “Fuego Nuevo”, la espectacular ceremonia con la cual los aztecas cerraban sus ciclos, “ataban sus nudos” cada 52 años y que hoy se realiza anualmente, durante el equinoccio de la Primavera.

La representación del antiguo ceremonial hoy, a las 12:00 horas, en el Museo del Ferrocarril, estará a cargo del Grupo de Danza Azteca “Chicomoztoc”, el primero en traer a La Laguna la llamada danza azteca en el año de 1963 y que actualmente está a cargo de su capitán, Ezequiel Romero Hernández.

Pero fue apenas hace seis años cuando grupo inició la representación del “Fuego Nuevo”, a petición de la Universidad Pedagógica Nacional y como resultado de una investigación realizada sobre este ritual, con el cual, los grupos indígenas de México trataban también de garantizar la fecundidad de sus tierras y de sus mujeres.

Los aztecas realizaban la ceremonia del “Fuego Nuevo” sólo cada 52 años, relata don Ezequiel, quien también se desempeña como director del Museo del Ferrocarril en esta ciudad de Torreón, Coah., “pero muchas personas no llegaban a presenciar esta ceremonia”.

Por ello, las autoridades culturales de México, solicitaron a las dependencias estatales y municipales promover la ejecución del ritual cada año, a fin de que todos los mexicanos tuvieran la oportunidad de conocerlo y apreciarlo.

Y aunque el ritual del “Fuego Nuevo” se realizaba en centros ceremoniales prehispánicos de gran importancia como el Cerro de la Estrella, el Templo Mayor y otros, en Torreón se han buscado escenarios en los cuales se pueda admitir a la mayor cantidad de asistentes posibles.

En este ritual, se utilizan muchos de los símbolos de la cultura mestiza mexicana, como la cruz de cal que normalmente se “pinta” donde se velaba a los muertos, pero aquí se le agregan algunos elementos con significado esotérico tales como los cuatro elementos: agua, fuego, tierra y aire. También se utilizan los granos de los frutos de la tierra y por supuesto, flores.

De la cultura mestiza

Como en los velorios tradicionales, la cruz de cal se deja nueve días en el lugar donde se realiza la ceremonia y luego se “levanta” en una ceremonia donde se entona un canto especial.

El objetivo es mantener encendido el fuego eterno, ya que los aztecas temían que después de cerrado el ciclo de los 52 años, en los cuales basaron su calendario, el astro no volviera a iluminar la tierra.

Para nuestros antepasados indígenas, la ceremonia del “Fuego Nuevo”, tenía un sentido religioso y cosmogónico. Con esta costumbre manifestaban su creencia en los dioses, su conocimiento sobre la naturaleza, que relacionados ambos, constituían el sentimiento consciente de amor y respeto por todo lo que ellos veneraban.

Y por todo ello utilizaban el recurso de la danza, que es la forma de expresión del sentimiento y del espíritu del antepasado indígena de la época prehispánica, y como hoy en nuestros días, expresión del sentimiento a través del movimiento corporal.

El ritual será a las 12:00 horas, al medio día, una hora muy significativa; dura alrededor de 50 minutos y los asistentes –hombres, mujeres y niños- acostumbran a ir vestidos de blanco, pues también se convierte en una ceremonia de purificación.

Pero los danzantes llevan hermosas vestimentas bordadas con motivos prehispánicos, confeccionados por ellos mismos a lo largo de varios meses, cuando se preparan para este ritual y para su fiesta patronal, el doce de diciembre, pues el grupo “Chicomoztoc” rinde culto a la Virgen de Guadalupe.

Las mujeres visten huipiles, los hombres pectorales y una “falda”, una especie de taparrabos, llamada maztla. En ambos casos utilizan como accesorios pulseras en los tobillos, las cuales se elaboran a base de la semilla de un árbol llamado “fraile”.

Uno de los elementos importantes del vestuario de los danzantes es el penacho, el cual se confecciona con chaquira bordada y plumas de faisán, gallo y papagayos, las cuales, contradictoriamente se importan de Estados Unidos, comenta don Ezequiel.

Bailar por devoción

Además de los ensayos y elaboración de los vestuarios, los danzantes se someten a una disciplina especial de la cual forma parte el culto que en forma permanente se rinde a su benefactora, la Virgen de Guadalupe, en el oratorio que se ha erigido en la colonia Antigua Aceitera, donde don Ezequiel tiene su casa, convertida ya en cuartel general del grupo.

Don Ezequiel detalla que estas tradiciones se han mantenido a lo largo de los 39 años del grupo, pues en su opinión, el origen de las danzas es la devoción religiosa, “aunque hoy en día hay muchos grupos que se prostituyen, que lo hacen por dinero”, lamenta.

En el caso de “Chicomoztoc”, además de la devoción guadalupana, su preocupación por mantener el origen de la tradición, el colorido de sus trajes, lo ha convertido además en uno de los grupos más representativos de la cultura popular lagunera, de ahí su participación en este ritual del “Fuego Nuevo”.

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