Luego de remarcar que los contadores públicos no deben ser vistos ni como cómplices de Hacienda por parte del contribuyente, ni viceversa, la presidenta del Colegio de Contadores Públicos de Durango, María de Lourdes Nápoles, dejó claro: “No es cierto, tampoco, que los contadores podemos resolver los problemas del contribuyente como si fuéramos magos o solapadores”.
Nápoles consideró lamentable que diversos factores que se conjugan en ocasiones sí demeritan la imagen y la labor de este sector de profesionistas, ya que al ser intermediarios entre el ciudadano y las autoridades, su postura se vulnera al recibir la fuerte crítica de personas que sienten que el contador está queriendo beneficiar a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, “mientras que Hacienda nos llega a tratar como cómplices del contribuyente”.
Señaló que la obligación moral y profesional del CP es informar con veracidad a su cliente cuál es la situación fiscal en que se encuentra, proporcionarle alternativas de solución y, en todo momento, no asesorarlo para que evada impuestos que por ley le corresponde cumplir.
La Presidenta del mencionado gremio explicó que en ocasiones la asesoría que se brinda en forma gratuita en la propia Secretaría de Hacienda pudiera parecer, según la versión de los contribuyentes que luego se acercan a un profesional de la Contabilidad en ejercicio de su carrera, que no se imparte desde la óptica del que paga impuestos, sino desde el punto de vista de lo que es: la autoridad fiscalizadora.
“En esa pequeña coyuntura son los contadores los que la entienden, ya que, además, no es cierto que los contribuyentes puedan resolver sus problemas solos. Los profesionales de la Contabilidad somos los intermediarios ideales entre el contribuyente y la autoridad”, concluyó.