En boca de los panistas, los abusos y triquiñuelas que hicieron durante la campaña que llevó a Fox a la Presidencia son justificables, pues gracias a esos dineros que han permanecido bien ocultos, el país tiene en el poder al hombre que todos bien conocemos. Debido a la presión ejercida por el IFE, los cuates de Fox se vieron obligados a desistirse del espeso muro protector que habían formado con los amparos que impedían al Instituto saber de sus cuentas bancarias. Horas antes de que la Suprema Corte de Justicia emitiera su fallo condenatorio para que abrieran sus expedientes, el nutrido grupo de abogados que defienden a la misteriosa Carlota Robinson, al toallero Carlos Rojas y al refinado Lino Korrodi, entregaron algunos documentos al Instituto Federal Electoral, y con ello, entregaron la llave que permitirá a los consejeros electorales investigar a fondo.
El señor Fox, con el corsé ortopédico bien apretado, de los vicios ha querido hacer una virtud y no ha tenido impedimento en declarar que sólo en un régimen democrático se pueden ventilar las que hasta hace un par de días eran cerradísimas cuentas de personas y empresas con fuerte olor a miasmas. Inmediatamente el vocero de Acción Nacional y candidato a diputado plurinominal, Juan Molinar Horcasitas, el mismo que durante años fue impoluto consejero ciudadano, aparentemente apartidista, declaró que el dinero de los cuates de Fox no reportado al IFE como señala la ley electoral, estaba cubierto por la bandera del patriotismo, ya que con esos recursos, el país tiene ahora un Presidente que sin rubor habla constantemente del cambio. Indica con solemnidad el alto funcionario panista que el dinero que el PRI utilizó en su campaña apestaba a fraude, en tanto que otro aroma muy distinto tienen los billetes ocultados por el PAN. Es decir, por sobre la ley, está el beneficio de Acción Nacional.
En abundancia, Lino Korrodi, el siempre fiel cuate de Vicente Fox, ha declarado a la reportera de nuestro diario, Anabel Hernández, que sin el dinero que él trianguló, dinero negro, el candidato panista no habría ganado el puesto en que hoy se encuentra. Esta revelación tiene ramificaciones profundas, ya que lo primero que debemos preguntarnos es sobre el monto de esa cantidad. Para inclinar una votación nacional, sin duda debe ser relevante. ¿A cuántos cientos o serán miles de millones de pesos, asciende la suma? Lo segundo es percatarnos de que la candidatura foxista careció deliberadamente de argumentos racionales para hacer uso de lemas y epítetos chabacanos con los cuales cautivar el voto masivo, y para ello se destinaron las carretadas de recursos obtenidos por los cuates de Fox..
En rigor preguntémonos ahora: ¿la victoria de los candidatos está en la venta del empaque más allá de la calidad de quien se postula? Como estamos viendo, más allá de la voluntad popular como materia sustantiva en una elección, está el dinero. ¿De qué manera fue torcida, manipulada, orientada la opinión pública para que los votos fluyeran a favor del pintoresco candidato de las botas, el bigote y la hebilla? Hoy ya lo sabemos a plenitud, lo sustantivo de los mensajes y del candidato mismo se basó en lo que la gente quería escuchar, es decir, diatribas y gruesos calificativos contra el partido en el poder, omitiendo argumentos y razones.
Por supuesto, habría que saber: ¿quiénes y con qué compromisos amarraron al candidato triunfante para desembolsar sumas que hicieron ganador a su cuate? Los intereses dominantes de empresarios conocidos, de grupos norteños y también del centro, así como los de los ingenios azucareros y concesionarios de bancos, han mostrado sus sonrisas al recibir innegables beneficios, pero, ¿son los únicos? ¿Quiénes y a cambio de qué dieron dineros patrióticos para que Vicente Fox llegara a la Presidencia de la República?
La lista inicial de donantes que se ha dado a conocer, pareciera ser semejante a la que se pudiera elaborar con motivo de la colecta anual de la Cruz Roja, pero resta saber el listado grueso, sólido de quienes tuvieron motivos decisivos para que la balanza electoral se inclinara en favor de Fox. Es menester conocer al detalle la ingeniería financiera que utilizó Korrodi que los miembros de Acción Nacional ignoraban al principio y adoptaron como propia después. ¿A quiénes involucraron; de qué subterfugios se valieron que no han querido confesar? No, no es tan fácil como lo quiere Luis Felipe Bravo Mena cuando señala que tan sólo serán faltas administrativas. De llegar a comprobarse que dinero extranjero surtió las arcas de los Amigos de Fox, las consecuencias pudieran alcanzar un tinte gravísimo. Esa elección que supusimos ejemplar tiene ahora una gigantesca mancha nutrida del dinero negro sin el cual el presidente actual no lo sería.
Es urgente dar a conocer lo hasta ahora ocultado.