Para Jorge Saravia Castillón, el escenario de conflicto que viven diversos sectores de la sociedad duranguense es grave. Sin embargo, reconoció preocuparle aún más la falta de brújula que impera en la entidad desde hace años. “No hay rumbo y la desunión de los sectores nos está haciendo mucho daño”, dice.
“Donde no hay proyecto, hay confusión, aunque haya conocimiento y recursos; “donde faltan principios respetables y practicables, no pueden construirse bases mínimas de acuerdo, porque se carece de respeto y de decoro”, es parte del discurso de Saravia en la ceremonia donde rindió protesta como presidente del Sector Privado Empresarial de Durango, hace meses.
No obstante, él mismo lo retomó, al ser entrevistado por El Siglo de Durango en la Dirección General de Mueblería Central matriz, cuando se le cuestionó sobre el panorama que visualiza en el estado.
Como graves, ubicó las pugnas entre los empresarios del CCE, la falta de acuerdos entre los partidos y entre los representantes populares, así como el distanciamiento entre las autoridades y la sociedad.
A decir del empresario, los tres intentos de proyecto de visión a largo plazo que ha habido en Durango (el 20-20, el 20-25 y el Durango Proyección XXI -de la capital del estado-), han sido rebasados por los lineamientos de los proyectos sexenales.
Es lamentable, reconoce, que esta entidad haya sido la primera que presentó un programa de gran visión a nivel nacional, pero la única que en este momento no sigue sus políticas locales en torno a ese eje rector.
Llamado a la unidad
El presidente del SPE hizo, por ende, un llamado a la unidad, a fin de evitar que la coyuntura del divisionismo sea aprovechada por grupos “gangsteriles” que perjudiquen todavía más a la comunidad.
“Donde la voluntad flaquea” agrega el empresario, al releer el discurso de toma de protesta, porque, dice, encuadra perfectamente en el entorno de hoy-, “los intereses llenan el discurso y reducen la propuesta, sólo se alimenta la división y la enseñanza en los jóvenes que ven, y la sociedad que observa, ve violencia, individualismo e intolerancia... no ven cordura ni madurez; ven prepotencia y falta de habilidad”.
P: Señor Saravia, ¿cómo percibe los conflictos entre grupos de la sociedad como son los organismos del CCE?
R: “Creo que las dirigencias de cada organismo que está participando en ese conflicto deben ser más respetuosas hacia sus cámaras y sus agremiados. Los presidentes de las agrupaciones adheridas al CCE, todos, deben dejar de faltarle el respeto a su gente.
Esto del Consejo Coordinador, yo espero, se arregle lo antes posible para bien de Durango. Tienen que tocar fondo en sus diferencias y a partir de ahí, empezar a formalizar los lazos de unidad entre el empresariado.
Es que, la Iniciativa Privada de la entidad no está dividida, como aparenta ser cuando se enfoca lo que ocurre en el interior del CCE.
Los que están peleando son unas personas, y mientras no se dejen a un lado orgullos personales, seguirán afectando muchas cosas, los que protagonizan el pleito en ese organismo... ¡Oye!, que me saquen 500 personas de una ceremonia de toma de protesta, diciéndome: ¡fuera!, ¡fuera!, se requiere de capacidad para reconocer el error y dejar las posiciones y los orgullos a un lado”.
P: Sin embargo, el grado de descomposición de los organismos intermedios y las instituciones que respeta la sociedad se ha agravado. ¿No cree?
R: “El problema es que no tenemos rumbo hacia dónde ir. Nadie lo tiene. Eso, el gobierno y la sociedad, debemos cambiarlo, porque la responsabilidad es de todos, no solamente de los gobernantes.
Por ejemplo, en la Procuraduría General de Justicia debería trabajar un equipo cohesionado donde la cabeza fuera el Procurador, sin embargo, al no haber unión en la corporación, cada quién ‘jala’ por su lado, y de ahí empieza la preocupación por la seguridad.
Debemos entender que estos momentos de fractura en el interior de las instituciones públicas y los organismos de la sociedad organizada, puede, fácilmente, ser aprovechada por los grupos “gangsteriles”, que buscan estas oportunidades para tomar el control de la sociedad para imponer sus condiciones, aunque afecten claramente a Durango”.
P: ¿Usted cree que el Gobernador sepa y entienda el problema de la división que se ha infiltrado en muchos sectores?
R: “El Gobernador sabe, lo que debe saber. Yo no creo que un mandatario desconozca, porque tiene las herramientas para estar bien informado y poder tomar decisiones”.
P: ¿Cómo calificaría, pues, este escenario de ruptura?
R “Preocupante. Muy preocupante”.
P: ¿Y bajo qué perspectiva debe darse la solución?
R: “Antes que todo, sin ver colores ni tintes partidistas. Por ejemplo en las críticas hacia un grupo del CCE, se les ataca porque son panistas, sin embargo, vi la gente que estuvo en la toma de protesta de Paulino Córdova y la mayoría sí eran empresarios.
Es decir, esos ataques personales deben concluir para que pueda surgir una alternativa de solución que una a los sectores en torno a Durango... porque con esas críticas, lo único que van a lograr es abrirle realmente la puerta al PAN en el Consejo Coordinador”.
P: Pero, ¿ cómo empezar?
R: “Bueno. El proyecto de gran visión es la segunda etapa. La primera es un acuerdo entre las fuerzas políticas, los grupos de la sociedad, la Iniciativa Privada, la ciudadanía y los gobiernos.
Sin embargo, el proyecto debe salir de la sociedad para que ésta exija a las autoridades que pongan atención al mismo. Pero como está la situación de descomposición en las organizaciones del estado, es complicado. Muy complicado.
Es el momento preciso para convocar a la unidad. No hay acuerdos y eso no permite a Durango salir adelante. De esto puede salir algo muy enriquecedor para los duranguenses, sólo que se tiene que dejar a un lado el orgullo.
“Por el factor orgullo se han hecho muchas guerras...”