Aún hay resistencia de los diferentes sectores de la sociedad para que se logre insertar en la nueva cultura laboral la igualdad de género, a pesar de que el 34 por ciento de la Población Económicamente Activa en el país es de sexo femenino.
Noemí Jiménez García, directora de Equidad y Desarrollo Laboral para Mujeres y Menores, de la Secretaría del Trabajo, disertó una conferencia sobre las Perspectivas de Género en la Nueva Cultura Laboral, ayer en el auditorio de la Facultad de Contaduría y Administración, que registró la asistencia de trabajadores, empresarios, estudiantes, maestros e integrantes de organizaciones no gubernamentales que combaten la discriminación de las mujeres.
A decir de la funcionaria de la Secretaría del Trabajo, existe una percepción equivocada del papel que juega la mujer, que además de dedicarse a su familia realiza un trabajo en el ámbito público o privado, lo que se traduce en una sobrecarga de responsabilidades y labores.
Pero la mayor resistencia que se enfrenta para acceder a la cultura de la igualdad de género no solamente en el ámbito laboral, sino en todos los sectores, es el malentendido machismo de muchos hombres, que en lugar de ver como un complemento para el desarrollo de sus hogares el hecho de que el ama de casa se dedique a trabajar fuera de la casa, lo ven como algo anormal.
Para lograr vencer tales resistencias, a decir de Noemí Jiménez, es necesario hacer conciencia desde el mismo hogar, la escuela y las áreas de trabajo donde se desempeñan las mujeres, de tal manera que se termine con la discriminación, y se vea a los trabajadores del sexo femenino como complementos de las actividades realizadas.
La discriminación es un obstáculo para el desarrollo laboral, no solamente de las mujeres que sufren el hostigamiento y acoso, sino para las propias empresas privadas e instituciones públicas donde aún se permite que ello suceda.
Dijo que afortunadamente hay avances sustantivos en acceder a la cultura de la igualdad de género en los espacios laborales, por lo que se tiene la confianza de que en poco tiempo se pueda desterrar la discriminación de las mujeres no solamente en las empresas, sino en todos los sectores de la población.