AP
NUEVA YORK, EU.- En busca de la aprobación de la Organización de Naciones Unidas para iniciar acciones militares contra Iraq, Gran Bretaña, Estados Unidos y España presentaron un proyecto de resolución ayer en el cual declaran que Saddam Hussein ha perdido “la última oportunidad” para desarmarse pacíficamente.
El proyecto fue presentado formalmente por el embajador británico Jeremy Greenstock, quien ingresó en la sala del consejo acompañado por sus homólogos de Estados Unidos y España, en nombre de los tres países. Pero Francia, Rusia y Alemania, que se oponen a la opción bélica, divulgaron un plan alternativo para tratar de lograr el desarme pacífico de Iraq en los próximos cinco meses. China dijo que apoya esta propuesta.
Las posiciones enfrentadas prepararon el escenario para una batalla en el Consejo de Seguridad, sobre si éste debe optar por el pedido de guerra ya de Washington, Londres y Madrid o por el llamado franco-ruso-alemán a que la guerra sea el “último recurso”.
Será una tarea ardua para los tres países lograr la aprobación de su proyecto. Este requiere nueve votos a favor, además de evitar el veto de Francia, Rusia o China. Once de los 15 miembros del consejo quieren que continúen las inspecciones; Bulgaria probablemente aprobará el plan norteamericano-británico-español.
El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, exhortó a China a que apoye la nueva resolución en reuniones con altos funcionarios en Pekín ayer, pero los chinos reafirmaron su posición de que las inspecciones deben continuar.
Estados Unidos ha despachado algunos de sus negociadores principales a las capitales de países miembros del Consejo de Seguridad en busca de apoyo para su proyecto. Ayer, el gabinete turco aceptó recibir a decenas de miles de efectivos de combate norteamericanos, un paso crucial para que Washington pueda seguir adelante con sus planes de formar un frente norte contra Iraq. El proyecto de resolución no fija plazos. Pero funcionarios británicos y norteamericanos aclararon que quieren que se vote antes de mediados de marzo.
El proyecto declara que Iraq no aprovechó su última oportunidad para desarmarse pacíficamente y por lo tanto debe afrontar las “consecuencias graves” con las que lo amenazó el consejo en la resolución 1441, aprobada por unanimidad el ocho de noviembre.