Parácuaro, Mich.- Una calle del poblado en donde nació el cantautor Juan Gabriel llevará el nombre del artista. Además la casa en donde nació será convertida en museo como parte de un homenaje que las autoridades locales le rendirán al artista, anunció el alcalde Miguel Ángel Pantoja Guzmán.
En entrevista el presidente municipal señaló que como un homenaje a este destacado paracuarense, el Ayuntamiento local decidió cambiar el nombre a lo que actualmente es la calle 5 de Mayo.
De esta forma a partir del próximo 20 de noviembre, la vialidad se denominará oficialmente Calle Alberto Aguilera Valdez, nombre real de Juan Gabriel.
Adicionalmente la casa en donde nació el artista se convertirá en museo y ahí se exhibirán fotografías familiares del divo, parte de su discografía y hasta algunos de sus objetos personales.
También como parte del homenaje se prevé que durante el 20 de noviembre y en el marco de la conmemoración de la Revolución Mexicana, una banda interprete todos los éxitos del michoacano en la plaza principal.
Un día antes, el 19 de noviembre, Juan Gabriel ofrecerá un concierto en su tierra natal y los fondos que se obtengan serán destinados a la ejecución de importantes obras en el municipio, aseguró el primer edil.
Pantoja Guzmán reconoció en el artista a uno de los más importantes personajes nacidos en Parácuaro y dijo que aunque Juan Gabriel vivió aquí sólo los primeros años de su vida “se le reconoce como un pajacuarense y se le quiere como tal”.
El alcalde señaló que ya fue conformado un comité, que será el encargado de organizar el homenaje al cantautor y aseguró que Juan Gabriel ya se encuentra enterado del reconocimiento del que será objeto en la tierra que lo vio nacer.
Vuelve a cantar
con su público
Quien va a un concierto de Juan Gabriel va a ver al divo mexicano, pero lo que siempre ocurre es que acaba escuchando cantar a los asistentes sentados alrededor suyo.
Pero lejos de molestar a muchos, esto gusta y es parte del show de “Juanga”, lo cual demuestra el impacto artístico que tienen sus canciones en la mente de los latinos.
Este recurrente fenómeno ocurrió nuevamente la noche del viernes en el Anfiteatro Pacific, en la ciudad de Costa Mesa, condado de Orange, donde miles de almas se agregaron al coro de tres mujeres y dos hombres que acompañó al cantante.
“¡Qué bonito coro!”, dijo el famoso y talentoso artista mientras el público susurraba melodiosamente el estribillo de la balada Siempre en mi Mente. El divo de Ciudad Juárez invitó al público a cantar desde la segunda canción de la noche. “Ahora ustedes canten y yo bailo”, añadió.
La gente que pagó entre 50 y 80 dólares por boleto le tomó la palabra y cantó: “No tengo dinero, ni nada que darte...”.
Una tras otra, la gente coreo las canciones. Algunos nostálgicos, otros con una sonrisa en los labios. Otros como ensimismados y otros tratando de recordar la letra.
Por ratos, el volumen disminuyó y un asistente pudo escuchar mejor al inmenso coro formado por las cerca de mil personas que no llenaron el lugar. A pesar de la reverberación y varias otras anomalías técnicas, la gente no pareció desanimarse y por el contrario se entregó al baile durante varias canciones como Noa, Noa, y Caray.
Y tal como se esperaba, el artista los complació mostrando su dotes de bailarín con sus vueltas sexy, coquetos pequeños saltos y brincos de costado, que muchos celebraron con gritos semieufóricos.
Los cerca de 20 músicos que integraron su orquesta y el mariachi que lo acompañaron hicieron un buen trabajo, aunque un par de veces no sincronizaron bien, errores que pasaron casi desapercibidos. “Juanga” demostró que todavía puede recorrer el escenario de un lado a otro y que aún puede interpretar sus canciones con sus característicos quiebres de voz.
En fin, que todavía puede ofrecer un buen espectáculo aún cuando las condiciones técnicas no sean las óptimas.
Esto quedó demostrado durante la interpretación de “Por tu amor”, cuando casi todo el público movió los brazos de una lado a otro, unido en un sólo sentir.
Fue también durante esta canción que el artista cantó un poco en inglés. “With your love, I forgot all my pains”, cantó “Juanga”. A lo que añadió hablando: “A ver si es que me escuchan los gringos”. El concierto, de menos de dos horas, incluyó decenas de éxitos cuyas letras son para muchos mexicanos más conocidas que el himno nacional. Canciones como Querida, La Diferencia o Abrázame muy Fuerte.
También interpretó la infaltable Inocente pobre Amigo, donde generalmente hace despliegue de una serie de ademanes, que quizás es la parte más celebrada de su show.
Tal vez resentido por las fallas técnicas, el divo no regresó al escenario después de terminado el concierto, pero definitivamente no fue porque la gente no lo reclamó, porque el público se lo pidió como si tuviera ganas de seguir cantando.