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“Papas de la libertad”

Lucrecia Martínez

Quisiera escribir de temas nacionales o regionales pero ante el horror de la guerra resulta casi imposible, cada vez la imágenes resultan más y más terribles, como siempre la población civil es la que paga el costo más alto, no creo lo que me dijo alguien, “los iraquíes están felices”.

Iraq e Irán conformaban la antigua Persia, y ya en tiempos de Alejandro Magno en el siglo III AC, este gran imperio gobernado por el rey Ciro, quien poseía grandes riquezas resultaba ser un peligro para los griegos, de hecho lo era, ya que varias veces trató de conquistarlo y los griegos invadirlo, seducidos por la codicia que genera tener grandes recursos. El macedonio, gran estratega y genio militar, se da a la tarea de invadir Persia y lo logra, sólo para destruirla, quema la gran Persépolis y designa por todos los pueblos y ciudades por las que pasa nuevos gobernantes a su entero arbitrio, muere joven y nunca consolida sus conquistas y por donde pasó sólo deja desolación, lo de Magno ¿a qué se referirá?

Mil y tantos años después la historia se repite, los ingleses con Lawrence de Arabia al frente diseñaron la geografía de esa parte de Asia, Churchill al calor del coñac creó los países y emiratos que ahora conocemos y fueron los beneficiarios de sus riquezas léase, petróleo por muchísimos años. Y ahora de nueva cuenta los ingleses pero acompañando a los gringos en esta guerra preventiva, contra en terrorismo, buscando las armas biológicas y nucleares que es fecha que no las vemos, y por último cumplir ese llamado de “libertad que dio Dios a la humanidad por medio de los Estados Unidos” titánica tarea por realizar.

Y Bin Laden ¿dónde quedó? Nadie sabe y a nadie le importa, Afganistán ya está liberada y el año pasado fue año récord en la producción de amapola, realmente mucho progreso y grandes logros en materia de libertad, ¿cómo está o cómo quedó? Eso ya no es tema, el objetivo real era, fue y será Iraq. A propósito, anda circulando un sabio chiste que dice que ordena Bush a los militares que busquen muy bien las armas nucleares asegurando que las tienen y le preguntan qué lo hace estar tan seguro y contesta “¡es que tengo las facturas!”

El mesianismo de Bush resulta ahora totalmente evidente, el típico converso a edad madura que se cree llamado a trascender, impulsado por Condolezza Rice, hija de un predicador, identificados ambos con la doctrina del “destino manifiesto” del siglo XIX y para muestra de lo dicho tenemos el discurso de Bush del 28 de enero del 2003 ante el Congreso en el cual expuso su certeza providencial de que Dios había elegido a los EU para encabezar la guerra mundial contra el terrorismo, y debía intervenir en “cualquier oscuro rincón de la Tierra”, donde estuviera alguien que amenazara la seguridad nacional de su país y en ese supuesto hasta los indocumentados pueden ser considerados dentro de este supuesto.

Estados Unidos se fue a la guerra sin el aval de las Naciones Unidas, la hegemonía de ese país no necesita el permiso de nadie, por acá Fox hasta se operó justo el día antes del término para la votación, se salvó ya que no llegó nunca el momento de emitir el voto, pero el miedo no anda en burro y más vale aquí corrió que aquí murió.

El unilateralismo de Bush, refleja la vulnerabilidad que sienten los Estados Unidos después del 11 de septiembre y sin las pruebas sobre una conexión real de Al Qaeda y los iraquíes, y sin dar crédito a los esfuerzos de Bagdad hacia el desarme, las protestas de las Naciones Unidas, el rechazo de Alemania y Francia y las grandes marchas inclusive en Nueva York en contra de la guerra; nada absolutamente nada sirvió para detenerlo. Como dijo Rumsfeld en una frase digna de Cantinflas “Hay incógnitas que no conocemos, cosas que no sabemos que ignoramos”.

Bush el tonto de su familia, aquél en el que su padre no tenía ni la menor esperanza, alcohólico y aficionado a las drogas, burro, bueno para hacer fiestas, el payaso de la familia, converso por el reverendo tele predicador Billy Graham, tramposo, es el presidente de Estados Unidos, su mesianismo igual o peor que el talibanismo, ha dado frutos con una guerra declarada siguiendo su brújula celestial con consecuencias que nadie podrá predecir a ciencia cierta en que vayan a terminar. Un fanático codicioso alimentado en gran parte por una mujer igual de mesiánica que él Condolezza Rice y un hombre de negocios el vicepresidente Cheney.

Iraq será ocupado, vencido y destruido, los contratos de reconstrucción y el petróleo serán para los gringos y los ingleses, el negocio lo harán, dejarán a su virrey, pero de eso a que acaben con un pueblo, su religión y su ideología hay un gran abismo, si no que les pregunten a los franceses con Indochina.

Un nuevo imperio, de vuelta al siglo XIX, con nuevas colonias y con la misma intolerancia religiosa de entonces, “una sola nación bajo Dios” su Dios, algo que le preocupaba a Bush, hasta que el reverendo Graham le resolvió el problema “no George, nadie que no acepte a Cristo puede salvarse”.

Una nueva Cruzada religiosa, casi mil años después la misma historia, diferentes actores, ¡increíble!

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