Agencias
EL ALTO, BOLIVIA.- “Ni olvido, ni venganza: justicia, justicia”, prometió ayer el nuevo presidente de Bolivia, Carlos Mesa, a cientos de pobladores de la ciudad más pobre de Bolivia, El Alto, en su primera aparición pública.
Los habitantes de El Alto, bastión de la rebelión popular que dio al traste con el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, también se comprometieron a través de sus dirigentes vecinales a respaldar la gestión de Mesa.
“Bolivia ya sabe de nuestra furia. Si los parlamentarios le complican al presidente Carlos Mesa, saldremos a las calles para echarlos a patadas del Palacio Legislativo”, advirtió Mauricio Cori, presidente de la Federación de Juntas Vecinales de El Alto, organización que agrupa a 562 juntas vecinales de nueve distritos con unos siete millones de habitantes.
“El ‘gringo’ huyó como un ladrón. El tiene que estar en la cárcel de Chonchocoro al lado del dictador Luis García Meza. Esa será nuestra próxima batalla”, arengó Mauricio Cori.
“Justicia, queremos justicia para nuestros muertos”, le imploró una mujer al nuevo presidente, quien decidió visitar la ciudad situada a 12 kilómetros de La Paz, para rendir personalmente homenaje póstumo a los más de 70 muertos por la llamada “Guerra del Gas”.
“En la ciudad más valerosa de Bolivia no pido ni olvido, ni venganza: justicia, justicia”, declaró Mesa desde un puente peatonal en el acceso a la averiada autopista El Alto-La Paz.
Mesa reiteró ante los alteños su pedido de mantener la unidad de los nueve departamentos de Bolivia. “El Alto (...) es una garantía para que haya unidad en la diversidad”, agregó.
Carlos dijo ayer que su gobierno protegerá a los inversionistas a pesar del compromiso de revisar las leyes energéticas de libre mercado, causa de la sangrienta revuelta que mantuvo en vilo al país durante más de un mes.
Además afirmó que entendía la preocupación que pudiera existir en los mercados, pero que los cambios que se harían no atacarían los capitales invertidos en Bolivia.
Por el contrario, lo que nosotros tenemos que hacer es una garantía de que la inversión que se ha hecho en Bolivia sea una inversión útil para quienes hicieron la inversión y para el país, dijo el mandatario al culminar una improvisada oración conjunta con un grupo de indígenas en la catedral de La Paz, ubicada junto al palacio de gobierno.
Luego de arrodillarse ante el altar, rezar un Padre Nuestro y un Ave María a coro con decenas de indigentes, comerciantes y algunos mineros y antes de dirigirse a su nuevo despacho, Mesa atendió a uno por uno, ya sea abrazándolos o escuchando sus reclamos, y por último siguió explicando hacia dónde apuntará su anunciada reforma energética.
“Lo que hay que comprender es que el tema central que vamos a trabajar es la venta de gas” dijo el periodista al referirse a la demanda de que se aproveche este recurso natural no sólo para venderlo al exterior, sino también para desarrollar una industria nacional de derivados.
Sin embargo, el mandatario, quien ya adelantó que su gabinete estará integrado por independientes de reconocida capacidad en su área de trabajo y no por representantes de partidos políticos, aceptó que las medidas que se vayan a adoptar en materia de gas implicarían una revisión de la política energética.
“Lo que tenemos que hacer es un replanteamiento que no tiene que ver con el tema de la privatización o la capitalización”, afirmó el ex reportero de radio y conductor de reconocidos programas de televisión. “En este campo, el tema central es la estructura impositiva”, agregó refiriéndose a los impuestos que pagan las empresas privadas desde que se les permitió en 1997 participar en el estratégico sector de los hidrocarburos.
Los habitantes de la ciudad donde se encuentra el mayor asentamiento de emigrantes peruanos en el país, amanecieron ayer distendidos y eufóricos tras diez días de movilizaciones callejeras que contribuyeron a provocar la caída de Sánchez de Lozada.
“La salida de Goni (apodo del ex mandatario) es un sopapo a los ‘gringos’ (Estados Unidos) que lo han apoyado con todo” comentó el líder sindical Roberto de la Cruz.
Las protestas inicialmente estuvieron dirigidas contra un proyecto de exportación de gas natural a través de Chile y luego clamaron por la renuncia del presidente, acusado de no atender las necesidades de la empobrecida población del país.
La gran movilización popular concluyó luego de diez días, con la dimisión y partida de Sánchez de Lozada a Estados Unidos el viernes.
Viaje a Miami
El ex presidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada, quien llegó ayer a Miami tras dejar su cargo en la Paz, informó el cónsul Moises Jarmuz.
El diplomático boliviano explicó que el ex mandatario, quien llegó a Miami tras su renuncia al cargo ante el Congreso de su país, sólo tomará un descanso antes de viajar a Washington donde se espera reunir con funcionarios gubernamentales.
“El ha llegado a Miami, está en Miami descansando, ha volado toda la noche y en las próximas horas tiene planificado irse a otra ciudad de Estados Unidos con su familia. Estará solo un tiempo aquí”, comentó Jarmuz.
Aunque no esta en claro si buscará residir de manera permanente en Estados Unidos, Jarmuz anticipó que Sánchez de Lozada piensa viajar también a Chicago, “donde vive una de sus nietas y donde tiene muchos amigos y familiares”.
“El solo no sabe (a donde va irse). Hemos hablado con él. El ha vivido toda su infancia y adolescencia en Chicago, tiene muchos amigos y familares, estaba pensando (viajar a allá) como un posibilidad”, apuntó el diplomático en charla telefónica.
Adelantó que el ex mandatario tiene entre sus planes viajar a la capital estadounidense para reunirse con funcionarios estadunidenses y de la Organización de Estados Americanos (OEA), con quienes abordará los sucesos ocurridos en su país en los últimos días.
“El ex presidente sigue siendo boliviano, un ciudadano boliviano especial”, concluyó.