EFE
MÉXICO, DF.- Las momias que sobrevivieron a la “guerra” que emprendió en su contra la Inquisición española revelan detalles de las numerosas culturas prehispánicas que poblaron el México de hoy.
Actualmente el INAH posee sólo 45 momias en su acervo, pero desde la década de los setenta se empezaron a descubrir ejemplares sobre todo en cuevas del norte del país, donde el clima seco y la inaccesibilidad del lugar favoreció su conservación.
Además, el INAH ha detectado varias más en museos privados y de universidades en diversas ciudades del país.
Estos hallazgos le incitaron a desarrollar el “Catálogo de Momias de México”, proyecto que es encabezado por las investigadoras Josefina Mancilla y Elsa Malvido.
En entrevista, Malvido explicó que la cantidad de datos que puede revelar una momia sobre el entorno y costumbres en las que vivió es inmensa, desde la posición en que es encontrada y los atavíos y ofrendas que la acompañan.
Por ese motivo, están siendo sometidas a numerosos estudios que ayuden a descubrir un poco más los misterios de las antiguas culturas americanas.
Señaló que las momias fueron comunes en muchas culturas prehispánicas mexicanas, pero no lograron el refinamiento de sus parientes egipcias.
La excepción podrían ser los mayas del Petén, ya que algunos bultos funerarios hallados en el sitio de Calakmul (sur del Estado de Campeche), envueltos en tela y látex, muestran evidencias de una disecación artificial por fuego.
“Los mayas del Petén intentaron momificar. Trataron de conservar el cuerpo para la otra vida, pero el clima y la arquitectura no se los permitió”, afirmó.
“No lograron construir verdaderamente una cueva para que el cuerpo se pudiera conservar, pero tengo la sospecha de que algún día encontraremos una momia maya”, añadió.
En su gran mayoría, las momias que se han encontrado en México corresponden a aquellas cuyo proceso de conservación fue causado por agentes naturales, pero inducido intencionalmente por el hombre, aunque también han sido halladas algunas que se momificaron accidentalmente.
Estos ejemplares “sobrevivieron a la agresiva cruzada en su contra que emprendió la Inquisición, tras la llegada de los españoles a México”, observó la investigadora.
Uno de los mejores ejemplos al respecto, y que está argumentado en los documentos del siglo XVIII, es lo ocurrido al “Gran señor del Nayar”.
Esta momia estaba oculta en una cueva de muy difícil acceso en la meseta del Nayar, en el actual Estado de Nayarit, donde habitan los coras.
El cuerpo estaba sentado sobre un equipal (silla de madera con asiento de cuero) y ricamente ataviado, envuelto en más de 300 telas bordadas con conchas, caracoles, pieles, plumas, abalorios y símbolos para protegerlo en su viaje al más allá.
“Pero fue sacado y llevado en su silla hasta la Ciudad de México, donde la Inquisición le enjuició y quemó en un auto de fe”, dijo Malvido.
Así sucedió durante la colonia con decenas de otras momias en México y en Perú, que minaron el actual patrimonio arqueológico por cuestiones meramente ideológicas.
La mala noticia es que muchas fueron saqueadas desde la colonia y algunas, incluso, fueron sacadas del país.
La variante actual de saqueo es la que realizan los narcotraficantes, especialmente en Chihuahua y Coahuila, que forman parte de la ruta a través de la cual ingresan a Estados Unidos las drogas desde México.
“El territorio casi inaccesible de las cuevas en las sierras mexicanas se ha convertido en zona fundamental de la entrega de drogas y los narcotraficantes, al ocultar la mercancía en ellas se ‘topan’ con los restos humanos y sus ofrendas y se convierten, por accidente, en saqueadores”, explicó la investigadora.
LOS HALLAZGOS
Las momias en México han sido encontradas en todo el país.
-En la zona maya, en el sur.
-Puebla.
-Querétaro.
-Distrito Federal).
Pero los mayores hallazgos están en cuevas del norte:
-Coahuila.
-Nayarit.
-Nuevo León.
-Tamaulipas.
-Sonora.
-Durango.
-Chihuahua.
FUENTE: EFE