SUN-AEE
MÉXICO, DF.- Adela, sí, Adela Micha, la conductora de Big Brother tiene su favorito, aunque ella lo niegue, es Antonio, el joven de 20 años, de raíces poblanas.
Más obvia no se pudo ver la Big Sister la noche de la nominación, cuando al escuchar que Tony no estaba nominado, dio un jalón de manos, enseñó los dietes y dio un pequeño brinco en el foro, desde donde estaba transmitiendo, que pocas veces se le ve hacer en público y es que como ella misma dice, no es seria, sino solemne.
En lo que la producción decidió llamar "el primer súper miércoles de nominación", hubo mucha emoción en la casa, el estudio, la producción y sobre en el público, pero en especial, con la familia de Rodrigo, el chilango que enfrentó su homosexualidad frente al público y a sus compañeros.
Ahí, a unos cuantos metros de la casa, estaban su hermana y su cuñado. Desde el principio nerviosos, y preocupados porque su "gallo" fuera a salir nominado.
La tensión crecía minuto a minuto; cada que sacaban una llave y no era de Rodrigo, su cara se hacía más larga, pero al final, la décima llave traía su nombre, lo que provocó gritos y abrazos de emoción.
De manera sorpresiva, los nominados no tuvieron ni un perro que les ladrara. Nadie los fue a apoyar. Sus familiares los olvidaron por un momento. Ni Carolina ni Alejandro contaron con familiares en el foro, quien sí tenía, pero a final de cuentas el poder del veto lo salvó, era Oscar.
Para apoyarlo estaban sus padres, dos adultos mayores que se veían muy emocionados, tanto o más que cuando su hijo corrió por primera vez uno de esos autos de carreras que tanto le gustan.
Nadie podía negar que, antes de que el poder del veto lo beneficiara, sus padres se veían un poco tensos. Lo bueno, es que la libró, por lo menos esta semana, porque la historia, como dice la “Big Sister” y el “Big Father” (Pedro Torres), cambia día con día.