BANDERAZO DE SALIDA.- El pepino, cortado en finas rebanadas, es excelente para combatir la piel grasosa. Colóquelas por toda la cara, déjeles allí quince minutos y después enjuáguese la cara con agua fría. * Pocos verdaderos cinéfilos saben que Al Jolson y el comediante “Cara de palo” Buster Keaton murieron en circunstancias singulares y similares: jugando cartas. Jolson estaba jugando gin rummy cuando tuvo un ataque al corazón, y Keaton estaba enfrascado en una partida de póker cuando se desplomó sobre la mesa de juego. * Los sicólogos están de acuerdo en que los hombres, más que las mujeres, son los que más suelen enamorarse y los que sufren más cuando el romance termina. * Último chisme de Hollywood: que el un día bien parecido Tony Curtis se deterioró en forma notable y rápida debido a su insaciable afición a la cocaína.
CURVA PELIGROSA.- A las que se llaman “Salomé” les gustará saber que su nombre se deriva del hebreo “shalom”, que significa paz. * Los cantineros de la isla de Capri llaman “Coctel de los dioses” a lo que están preparando para todos los sedientos turistas que llegan por allí. Ponen en la coctelera hielo picado, un chorrito de ginebra, otro de vermut y otro de whisky. Agitan con entusiasmo y lo sirven esperando la expresión de satisfacción de los bebedores. * El célebre escritor Marcel Proust padecía tanto de insomnio que, se dice, tomaba todas las noches una droga llamada “amilo” para poder dormir algunas horas. Cuando escribió una de sus grandes obras, “En busca del tiempo perdido”, mandó forrar de corcho las paredes de su cuarto para no escuchar un solo ruido, poder dormir y no desfallecer por el trabajo.
RECTA FINAL.- Lauren Hutton, antes de ser glamorosa modelo y excelente actriz, fue mesera en el Club de Jazz de Al Hirt en Nueva Orléans. Trabajó en Nueva York hasta que un buscador de talentos se fijó primero en sus curvas, después en su rostro anguloso, la curiosa separación de sus dos dientes delanteros superiores, y su extraordinaria personalidad. El brinco que Lauren dio al Séptimo Arte fue más bien un pasito. * Glenda Jackson, ganó el Oscar en 1973 por la película “Un toque de distinción”, fue mesera y trabajó como recepcionista de oficina y empleada de farmacia… Raquel Welch, otra luminaria, hija de boliviano y cuyo apellido es Tejeda, fue bautizada por la prensa como “El cuerpo”, y ya se imaginarán ustedes por qué. Raquel sirvió mesas, recogió platos sucios y no siempre recibió buenas propinas pese a su belleza natural.
META.- Otra actriz que atendió mesas y muchas veces a clientes fastidiosos fue Jane Wyman. Quizá pocos la recuerden, pero ganó un Oscar en 1948 por su papel de sordomuda en la película “Belinda”, y fue la primera esposa de Ronald Reagan, de quien se divorció sin sospechar que el mediocre actor llegaría a ser Presidente de Estados Unidos. Reagan se casó más tarde con Nancy, que dejó en la Casa Blanca huellas de mandona y autoritaria... Lana Turner, una de las estrellas más sexys de Hollywood, servía helados y refrescos en una fuente de sodas en Los Angeles y usaba un suéter que no podía ocultar la prominencia de su busto, por lo que llamaba la atención de todos. Un agente de cine la vio, la bautizó como “La chica del suéter” y le tomó fotografías que envió a varios estudios de cine. La contrataron enseguida y se hizo famosa en poco tiempo.