En algunos casos, el cónyuge que mantiene una relación extramatrimonial afirma que se siente terriblemente atraído por su amante, que hay entre ellos una ?quimica?? especial que no existe dentro de su matrimonio, lo que hace al amante realmente irresistible.
El cónyuge infiel se obsesiona con su amante. Todos pasamos por algún tipo de obsesión de vez en cuando. En la adolescencia, nos obsesionamos con el profesor o con algun actor conocido, sabemos que estamos soñando con alguien inancanzable, lo que todavía nos absesiona más, lo curioso de estas obsesiones es que a menudo cuando nos decidimos al divorcio y nos casamos con el objeto de nuestra obsesion, ésta, al igual que la emoción, desaparece.
Nos encontramos otra vez en el mismo lugar en que empezamos, pero ahora con una familia destruida. Para intentar combatir esta obsesión por el amante, podemos utilizar la misma técnica de enfriamiento que aplicamos a nuestro cónyuge; podemos confeccionar la misma lista de defectos y citarla mentalmente cuando vemos al amante, al que solemos idealizar.
Resistir la tentación de ser infiel no es imposible como creemos, muchos de nosotros no tenemos que perder las fantasías sexuales sobre otras personas, sino ver las consecuencias de vivirlas de verdad.
No siempre la infidelidad conduce necesariamente al divorcio, pero sí con frecuencia; además, el divorcio tras una infidelidad puede ser un error irreparable aunque es algo que resulta casi imposible de olvidar, quiza, sería más fácil tomar la decisión correcta en estos casos si reflexionamos sobre las razones por las que nos casamos, y si éstas siguen siendo válidas. Por ejemplo, si la seguridad, estabilidad, confianza que han sido los motivos para nuestro matrimonio (aparte del amor) todavía significan mucho para nosotros, ¿por qué echarlo todo a perder por un affaire, algo que no es permanente?
Otro motivo de infidelidad puede ser la obsesión de ?probar?? otras experiencias sexuales. Tendemos a fantasear sobre estas posibles aventuras, sin tener en cuenta que las fantasías suelen terminar en fracasos.
Si somos infieles a nuestra pareja, sólo por experimentar el sexo con otras personas, tenemos muchas posibilidades de acabar no sintiendo nada especial; sin embargo, no queremos afirmar que no puede suceder que seamos infieles, en cambio para decidirse a dar el paso hacia una aventura fuera del matrimonio, tenemos que tener claras las consecuencias -un affaire amoroso pude acabar con nuestra familia-,¿es eso lo que, en realidad deseamos?
¿Por qué no hacemos de nuestra pareja el amante soñado?, si nos gastaramos más de la mitad de la energía, el esfuerzo y el tiempo, así como el dinero que empleamos en nuestras aventuras amorosas, en hacer que la vida con nuestra pareja fuera más excitante, toda nuestra vida sería más feliz.
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