El cuerpo es un registro viviente de la vida otorgada, de la vida tomada, de la vida que hemos deseado, de la vida saneada. Es valorado por su habilidad de registrar reacciones inmediatas, de sentir profundamente, de presentir.
Describe la Dra. Niesvizky-Iszaevich.
El cuerpo es un ser políglota. Habla a través de su color y su temperatura: el rubor del reconocimiento, el brillo del amor, la ceniza del dolor, el calor del deseo, el frío de la no-convicción. Habla a través de constantes y pequeños bailes, algunas veces se mece, otras brinca, a veces tiembla. Habla a través del brinco en el brinco en el corazón, la caída del espíritu, el hueco en el estomago, el surgimiento de la esperanza.
El cuerpo recuerda, los huesos recuerdan, las articulaciones recuerdan, así como la piel y los dedos. La memoria reside en imágenes, sentimientos y sensaciones dentro de las mismas células. Donde quiera que se toque la carne, se presione, se arrugue o se acaricie, los recuerdos surgirán como manantial.
Juzgar a una mujer por sus características físicas heredadas y congénitas es crear generación tras generación de mujeres ansiosas y neuróticas. Hacer juicios destructivos y excluyentes acerca de las formas y las funciones físicas de las mujeres, es robarles varios bellísimos y primordiales tesoros psicológicos y espirituales. Le roba el orgullo de ser mujer, de su dignidad como individuo, su filiación como ser humano.
Jugar y bailar para mantener el cuerpo y el espíritu en movimiento, sin que se sienta envarado y oxidado, permite además un ambiente lúdico y travieso que permite uno de los componentes más importantes del bienestar emocional: la risa.
Si la mujer aprende a mirar su cuerpo, no sólo verlo y en lugar de arrugas ve experiencias, en lugar de mamas caídas ve órganos que han tenido sensaciones placenteras y que han alimentado y nutrido a otros seres, en lugar de caderas gordas ve los pilares que dieron soporte a la primera cuna de sus hijos. si en lugar de estrías ve cicatrices de guerras ganadas y medallas de valor y de fuerza, validara su vida y su ser y se sentirá orgullosa de su historia, su presente y su futuro.
Y como dicen los nocheros de Salta, Argentina:
Para ti mujer
el amor de mi vida
es tu amor licor
que envuelve mi razón
con un sabor a miel.
El mejor motor
que empuja mi adicción
al roce con tu piel.
Es tu amor la clave
de mi vida indescifrable
es tu amor mi guía,
mi dolor mi alegría.
El amor de mi vida es tu amor sin medida
es la luz de tus ojos, claridad de mis días
el amor de mi vida es tu voz encendida
es tu amor, el amor de mi corazón.
Voy por ti, así
no puedo decidir
ya no tengo el control.
Mas yo soy feliz
qué más puedo pedir
voy preso de tu olor.
Es tu amor la clave
de mi cofre de ansiedades
tu amor sin heridas
es la tierra prometida.
Letra Paz Martínez