Policiaca Detenidos Accidente Vial ACCIDENTES VIALES Robos

A pesar de contar con varias pistas no se investigó desaparición de Rita

GÓMEZ PALACIO, DGO.- Con el descubrimiento del cuerpo de Rita Alanís Ontiveros, -“desaparecida” desde hace 12 años-, un crimen está sin resolver. Vecinos del antiguo hogar del frustrado matrimonio emiten sus juicios, hacen conclusiones y despiertan dudas.

Cuando regresó de la posada la noche del 30 de noviembre de 1991, Rita era acompañada por unas amigas, afuera de su casa la esperaba su esposo, Guillermo Vidal Serrano, según la mujer, su marido no la quiso acompañar a la fiesta.

Esta información fue proporcionada por uno de los vecinos de la calle Francisco Sarabia 414 oriente, quien prefiere mantener su nombre en el anonimato por temor a represalias. Como el vecino, hubo más aportaciones en torno al caso.

Cuando “desapareció” Rita, familiares del matrimonio tuvieron acceso a la casa. En la cocina había trastes rotos, el escenario parecía de pelea. Lo más incongruente fue encontrar en la sala la bolsa de mano de Rita.

“Cómo se iba a ir de la casa sin su bolsa, sin un peso, sin sus identificaciones, además, qué madre puede durar tanto tiempo sin ver a sus hijos”, comentó una señora.

Los detalles son narrados como si ocurrieron la semana pasada. “Una de las hermanas de Guillermo siempre dijo que Rita estaba enterrada en la casa, nadie le creía, pero ella sabía por qué decía las cosas”, señaló otro vecino.

Toda la información se relaciona con el caso de la osamenta descubierta la tarde del martes en la citada finca, por José Alanís Hernández de 62 años, padre de la infortunada muchacha de 22 años de quien siempre se pensó estaba desaparecida.

Los pormenores siguen: La casa ubicada entre las avenida Francisco I. Madero y Allende, nunca más volvió a ser ocupada. Su dueña es Micaela Serrano de Vidal, madre de Guillermo. La señora radica en Estados Unidos desde hace tiempo y apenas el año pasado regresó para tratar de vender la finca.

Los mismos vecinos especulan sobre el conocimiento que tenía la señora sobre el paradero de Rita Alanís. La duda se hace extensiva al abuelo del marido de la joven, quien en una ocasión corrió y humilló a José Alanís cuando le pidió permiso para entrar a la casa hace años.

Matrimonio serio

Según los vecinos de la calle Francisco Sarabia oriente, el matrimonio de Rita y Guillermo tendría a lo mucho tres años. Cuando llegaron a la finca 414, su bebé ya había nacido, al “desaparecer” Rita, el hijo tenía dos años.

Sobre la conducta del jefe de la familia, los vecinos dicen que era una persona muy seria, poco sociable y no gustaba de fiestas. También comentan que enfrentó problemas por mal manejo de dinero en las empresas donde trabajó, citando el caso de dos tiendas departamentales.

En el tiempo que vivió la pareja en el lugar, tampoco se tuvo conocimiento de riñas o participación de la policía por algún tipo de violencia intrafamiliar.

“Cuando me enteré de la noticia no lo podía creer, tanto tiempo sin saber de Rita, cómo es posible que todavía Guillermo se fue a vivir con sus suegros, qué poca vergüenza”, dijo una señora.

Una interrogante es ¿por qué el padre de la joven tardó tanto tiempo en indagar a fondo?, al respecto, un joven señala: A don José de vez en cuando le llamaba una persona que fingía la voz y decía que era el amante de Rita, que todo estaba bien”.

La última vez que vieron al flamante marido fue hace cinco años: “El Memo regresó de Cancún con su esposa y una niña chiquita, se quedó en el hogar de su abuelo, frente a su antigua casa y al final lo corrieron por flojo”, comenta una joven.

Para los vecinos del joven matrimonio todo está claro, no hay vuelta de hoja sobre la identidad del presunto responsable, sólo resta que las autoridades encuentren la forma de cotejar los datos y empiecen a actuar.

Casi identificada

El cuerpo de Rita Alanís Ontiveros fue recuperado enterrado en el patio de la que fue su casa. La falta de un diente, un clavo colocado en la rodilla y la ropa que usó por última vez coinciden, sólo resta establecer la causa de la muerte para el trámite oficial.

En la agencia del Ministerio Público, Óscar Menchaca Lara, informó que aún no localizan los archivos de diciembre de 1991 para revisar las declaraciones del marido y demás familiares de la víctima presuntamente ejecutada el 30 de noviembre del mismo año, cuando regresó de una posada.

Nuevos datos fueron revelados, además de la cinta adhesiva que ataba sus manos, Rita tenía otro objeto que le cubría la boca. La persona que enterró a la joven madre, sólo cavó entre 80 y 90 centímetros de profundidad.

Ahora serán citados a comparecer María del Consuelo Ontiveros Pargas y José Alanís Hernández, padres de la joven, para continuar con la integración del caso que se puede asociar al parricidio y que según el Código Penal de Durango, todavía está vigente.

Como se informó en su oportunidad, don José nunca perdió la esperanza de encontrar a su hija que entre sueños le pedía que la buscara y la tarde del martes, armado con una pala, entró a la finca donde vivió su hija y después de escarbar encontró sus restos junto a una higuera.

El esqueleto estaba casi completo, a simple vista no se apreciaban huellas de lesiones graves, junto a los huesos, se encontraba el vestido negro de Rita y la ropa interior del mismo color. Las prendas las usó por última vez cuando acudió a una posada el 30 de noviembre de 1991, de la cual nunca “volvió”.

Leer más de Policiaca

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Policiaca

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 34249

elsiglo.mx