EL PAÍS
BERLÍN, ALEMANIA.- El presidente francés, Jacques Chirac y el canciller federal alemán, Gerhard Schröder, cerraron aún más las filas entre Francia y Alemania y ayer en Dresde (Este de Alemania) dieron a dúo “calabazas” a la propuesta de resolución sobre Iraq de Estados Unidos en la ONU. El conservador Chirac declaró que la propuesta de EU “está muy, muy lejos de una resolución a la que podamos adherirnos”. El socialdemócrata Schröder coincidió del todo con Chirac y afirmó que la propuesta de resolución de EU “es insuficiente y poco dinámica”.
Francia y Alemania reclaman un papel protagonista para la ONU en Iraq y la formación de un Gobierno con iraquíes que supere “la lógica de la ocupación”. Al mismo tiempo, Chirac y Schröder dieron muestras de total coincidencia en la política europea. Por otra parte, los dos mandatarios dejaron claro que no están de acuerdo con desatar el paquete anudado por el ex presidente francés Valery Giscard d´Estaing. Y sostienen que la Constitución europea tiene que ser aprobada tal como lo propone la Convención.
Tanta coincidencia resultaba casi empalagosa. La situación en Iraq y la crisis económica en Francia y Alemania han impulsado a los dos países centrales de la Unión Europea a cerrar filas y mostrarse hombro con hombro. El escenario del encuentro informal entre Chirac y Schröder fue Dresde, la capital del Estado federado de Sajonia, una ciudad marcada por los terribles bombardeos de los aliados al final de la II Guerra Mundial y que sufrió en propia carne como pocas las consecuencias de 13 años de nazismo y 44 de comunismo prusianoestalinista.
En este marco Chirac y Schröder “dieron calabazas” a los planes de EU sobre Iraq. Con esta expresión, que resume a la perfección la media hora de conferencia de prensa de ayer en Dresde, tituló su información el servicio de noticias Spiegel Online. La palabra EU sólo salió a relucir mediada la conferencia de prensa, cuando un periodista preguntó a Chirac bajo qué condiciones estaría Francia dispuesta a mandar tropas a las órdenes de la ONU. Primero Chirac echó un poco de vaselina para suavizar su respuesta: “La propuesta de resolución, tal como la conocemos hoy, estamos dispuestos a estudiarla en todos sus detalles de forma positiva naturalmente”. Sin respiro continuó el presidente francés: “Pero en realidad nos parece que está bastante lejos de lo que nos parece el objetivo prioritario que es transferir la responsabilidad política a un Gobierno iraquí tan rápidamente como sea posible, para salir de una lógica de ocupación y entrar en una lógica de desarrollo bajo la responsabilidad de los iraquíes”.
Aseguró Chirac que todo se estudiará como se debe: “Esto será objeto de una discusión. Evidentemente en estrecha coordinación con Alemania tendremos ocasión de examinar si se necesitan enmiendas y modificaciones.
Veremos si esos cambios que consideramos necesarios y, a la vista de la conclusión final del debate, decidiremos cómo votaremos sobre esa resolución en el Consejo de Seguridad. Quiero añadir que estamos muy lejos de una resolución a la que podamos adherirnos”. Chirac reafirmó la coincidencia con Alemania: “La concertación franco-alemana será total en este tema siempre con el objetivo y la voluntad de lograr una posición conjunta sobre esa resolución”. Al lado de Chirac Schröder corroboraba en respuesta a otra pregunta sobre la resolución de EU en la ONU: “El proyecto de resolución muestra que algo se mueve y coincido con el presidente cundo dice que no es suficientemente dinámica y no basta. Por eso no tiene sentido discutir sobre detalles. Nuestros equipos de colaboradores tienen que analizar los detalles de lo que se nos presenta, pero esto ocurrirá en estrecha coincidencia entre Francia y Alemania”.
En sus palabras introductorias, antes de responder a preguntas de la prensa, Schröder dejó rayada la cancha sobre el tema Iraq. Resucitó el canciller alemán el llamado eje París-Berlín-Moscú al referirse a la estrecha cooperación de Francia y Alemania junto con Rusia para evitar un enfrentamiento militar en Iraq. Ahora, según Schröder, se trata de dar a Iraq “una estabilidad para una perspectiva democrática y de pensar hacia delante. Tal perspectiva sólo se podrá desarrollar con éxito si Naciones Unidad asume la responsabilidad del proceso político y especialmente si se consigue instalar un Gobierno iraquí responsable del funcionamiento del país”.