BAGDAD (AP).- El jefe de los inspectores de armas de las Naciones Unidas, Hans Blix viajó el jueves a Bagdad mientras Irak enfrentaba el dilema de destruir sus proyectiles Al Samoud 2 antes del sábado, como se lo exigieron las Naciones Unidas.
Blix ordenó a Bagdad que iniciara la destrucción de los misiles porque exceden los 150 kilómetros de alcance, el límite impuesto por la ONU después de la Guerra del Golfo Pérsico en 1991. Demetrius Perricos, el segundo de Blix, debía discutir con los iraquíes "el plazo de la destrucción" de los misiles, dijo el inspector jefe.
En Nueva York, un diplomático de la ONU dijo que Irak había aceptado "en principio" destruir los misiles. Pero no estaba claro si esa aceptación, transmitida por carta, era incondicional.
La cuestión de los proyectiles se ha convertido en una prueba de fuego sobre la disposición de Irak a cumplir con lo que se le exige, ya que los expertos internacionales hallaron que algunos de los cohetes excedieron el alcance máximo de 150 kilómetros impuesto por la ONU después de la Guerra del Golfo Pérsico en 1991.
Los inspectores de la ONU han señalado que el alcance de los Al Samud 2 ha superado en unos 33 kilómetros el límite de 150 kilómetros impuesto por la ONU y que su diámetro ha sido ampliado hasta los 760 milímetros.
Mientras aumentan las tensiones, dos funcionarios de la defensa estadounidenses dijeron, con la condición del anonimato, que los servicios de inteligencia detectaron que el presidente iraquí Saddam Hussein estaba desplazando algunas tropas de elite hacia nuevas posiciones en torno de su pueblo natal de Tikrit, a 160 kilómetros al norte de Bagdad.
Saddam, su hijo Qusai, el ministro de defensa y el ministro de industrias militares se reunieron con combatientes e investigadores militares, dijo la agencia noticiosa oficial iraquí. Según dijo, los soldados y los investigadores aseguraron al presidente que no lo defraudarán.
Estados Unidos y Gran Bretaña insisten en que Irak no ha cumplido las demandas internacionales de desarme. Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU se reunieron a puertas cerradas en Nueva York el jueves para debatir una propuesta que podría abrir las puertas a una guerra.
Pero expertos sudafricanos que visitaron Irak manifestaron el jueves su convicción de que Irak está haciendo todo lo posible por desarmarse, e instaron al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a dar más tiempo a los inspectores antes de autorizar una guerra.
Por cierto el régimen de inspecciones "está funcionando, y si lo está ¿por qué detenerlo?", se preguntó el vicecanciller sudafricano, Aziz Pahad, en una conferencia de prensa.
El equipo sudafricano está en Bagdad desde el domingo por la noche y partirá el viernes por la mañana.
Pahad dijo que el equipo sostuvo "discusiones plenas y francas. Nos han dado una documentación considerable. No dejaron de responder ninguna pregunta que quisimos plantearles".