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MÉXICO, DF.- Cientos de fieles seguidores del cantante y actor mexicano, Pedro Infante, se dieron cita desde temprana hora de ayer en el Panteón Jardín, para recordar un año más de su muerte.
Con flores, fotos, pancartas, posters y hasta discos, los aficionados rodearon la tumba del ídolo de Guamúchil quien hace 46 años, falleció en un accidente aéreo en Yucatán.
Pedro Infante nació el 18 de noviembre de 1917 en Mazatlán, Sinaloa, y falleció el 15 de abril de 1957.
Para muchos mexicanos, Infante representó lo que todo mexicano debía ser: hijo respetuoso, amigo incondicional, amante romántico, hombre de palabra. El concepto de "macho mexicano" alcanza en Infante una acepción difícil de comprender fuera de México.
El "macho" de Pedro Infante no es un hombre violento, capaz de dañar a las mujeres. Por el contrario, es un pícaro simpático, inconstante, fiel a sus infidelidades, pero eso sí: con un gran corazón", afirma su ficha biográfica del Tecnológico de Monterrey.
Pedro Infante se presentará en el Auditorio Nacional para demostrar que a 46 años de su muerte sigue vivo en el corazón del pueblo mexicano a través de sus mejores películas, que podrán ser vistas en una pantalla tan grande como su recuerdo, del 17 al 20 y del 26 al 27 de abril, en el inmueble del Paseo de la Reforma.
Nosotros los Pobres (1947), Ustedes los Ricos (1948), Pepe el Toro (1952), Los Tres Huastecos (1948), Dos Tipos de Cuidado (1952) y Cuando los Valientes Lloran (1945), seis de sus inolvidables filmes -todos ellos bajo la dirección de Ismael Rodríguez- pertenecientes a la Época de Oro de la cinematografía nacional serán proyectados en el ciclo dedicado al ídolo de Guamuchil.
La retrospectiva de las cintas que son parte ya de la memoria cultural del pueblo de México es una obra del Auditorio Nacional en coordinación con la Cineteca Nacional como parte de la muestra Viva el Cine Mexicano que dedica este ciclo inaugural a Infante.
Por tan sólo 20 pesos mexicanos, valor de la entrada general, las películas de la leyenda artística nacional podrán ser vistas y escuchadas como nunca antes, ya que a diferencia de la televisión la sala las ofrecerá con sonido e imagen de calidad insuperable.
Infante nació en Los Mochis, Sinaloa, el 18 de noviembre de 1917, proveniente de una familia muy humilde. En 1939 se trasladó a la Ciudad de México donde obtuvo un contrato con la radiodifusora XEW y posteriormente inició su carrera cinematográfica que se acerca a las 70 cintas, donde su carisma, talento y voz han conquistado a más de cinco generaciones a nivel nacional e internacional.
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La cinta La Diosa del Mar, de Carlos Barahona, marcará este año el ingreso de Armando Infante, hijo del "ídolo de México", Pedro Infante, al mundo de las luces y candilejas nacionales.
Entrevistado en esta ciudad durante un homenaje en honor a su padre, el novel artista indicó que entre abril y mayo próximos iniciará con el rodaje de la cinta, bajo la dirección de Carlos Baldemar, y que se espera pueda ser estrenada este mismo año.
Agregó que entre las personalidades que conformarán el elenco destacan Manuel Ojeda, Andrés García hijo, Norma Herrera y Hugo Stiglitz, entre otros.
La película, explicó, narra la vida de una joven cuya existencia esta rodeada de tragedias, desde la muerte de su familia en un naufragio, hasta su propio deceso víctima de un amor que presuntamente era prohibido.
La cinta, comentó, se filmará en playas del Puerto de Progreso, Yucatán, y en ella se podrá seguir la vida de esta niña que naufraga, llega a una isla donde una familia la adopta hasta convertirse en una mujer, que a su vez se enamora de quien cree es "su hermano" y ante la inviabilidad de este amor, decide quitarse la vida.
Lo recuerdan en Mérida
Como cada año, cientos de meridanos se reunieron en torno de un monumento de Pedro Infante para recordar al carismático artista que logró con su amor a la música vernácula, pero sobretodo a su público, ganarse un lugar especial en el corazón de los mexicanos.
-En la monumental escultura de un hombre a caballo, con un Ariel en la mano izquierda y la rienda en la otra, colocado al sur de la ciudad, da cuenta en esta capital del sitio donde hace 46 años se apagó la luz de un ídolo del pueblo de México, al estrellarse el avión en el que viajaba.
-Los abrazantes rayos solares no impidieron que más de un centenar de personas acudieran a rendir culto al "Torito", en una improvisada ceremonia en la que los espontáneos pretendían imitar su romántica e inspiradora voz.
-Fueron las "chorreadas", quienes más lo recordaron y vibraron con algunas malas imitaciones de la "voz de México" en melodías como Amorcito Corazón y Cien Años, dos de las grandes de un ídolo inmortal.
-Algunas madres con niños en los brazos parecían iniciar a sus hijos en el "culto" a Pedro, vistiéndolos como él o bien colocándoles camisetas con el rostro del "Torito" vestido de charro, ranchero, con chamarra de cuero, de perfil o de frente.
FUENTE: Notimex