30 octubre 2003
Pekín, (EFE).- China y Corea del Norte alcanzaron hoy en Pyongyang un principio de acuerdo para la celebración de una segunda ronda de conversaciones multipartitas con el fin de solucionar la actual crisis nuclear en la Península Coreana.
El acuerdo se alcanzó durante la visita oficial a Corea del Norte de Wu Bangguo, número dos chino y presidente de la Asamblea Nacional Popular (ANP, legislativo), que se entrevistó hoy en Pyongyang con el líder norcoreano, Kim Jong Il.
Según el ministerio chino de Asuntos Exteriores, el presidente de la ANP transmitió a Kim la postura del Gobierno chino de que las negociaciones a seis bandas deben contemplar tanto las exigencias de seguridad de Pyongyang como la existencia de armas nucleares en la Península Coreana, a la que se opone Washington.
A pesar del fracaso de la primera ronda de negociaciones multilaterales que se celebraron a finales de agosto en Pekín, Wu Bangguo aseguraba ayer en la primera jornada de su visita que "las conversaciones multilaterales han sido esenciales para evitar un ulterior deterioro de la seguridad en la Península Coreana".
Estados Unidos, Rusia, Japón y Corea del Sur han manifestado en las últimas semanas su intención de participar en una nueva ronda de negociaciones en Pekín, aunque no han variado su postura en relación con la necesidad de que Pyongyang abandone su política de disuasión nuclear.
El presidente estadounidense, George W. Bush, negó recientemente que Estados Unidos tenga intención de invadir Corea del Norte e incluso se mostró dispuesto a firmar un pacto de seguridad multilateral con Pyongyang, a cambio de la congelación de su programa nuclear.
Tras el inicial rechazo, las autoridades norcoreanas se mostraron el pasado fin de semana dispuestas a estudiar la propuesta norteamericana de ofrecer por escrito a Pyongyang garantías de seguridad regionales.
Durante su reunión con Kim Yong-Nam, número dos norcoreano, Wu subrayaba que "el conflicto nuclear debe ser resuelto a través del diálogo pacífico, sean cuales sean los obstáculos en el camino".
El número dos chino reconoció las "dificultades" que plantea la solución de la crisis nuclear, pero reiteró el "compromiso inalterable de China con una Península Coreana libre de armas nucleares".
Según los observadores, aunque Pekín acoja finalmente la segunda ronda de conversaciones a finales de noviembre, la firma de un pacto de no agresión entre Estados Unidos y Corea del Norte continúa siendo el nudo gordiano para la solución definitiva de la crisis.
En este contexto, Kim Yong-Nam acusaba ayer a Estados Unidos "de conducir a la región a una situación límite con su política hostil hacia Corea del Norte", en referencia a la inclusión de Pyongyang en el Eje del Mal, junto a Iraq e Irán.
Con el objetivo de persuadir a Pyongyang de que desista de su "órdago" nuclear, el Gobierno chino manifestó hoy su voluntad de continuar "suministrando asistencia económica" a Corea del Norte.
El Gobierno chino, que aporta a su vecino del norte el 70 por ciento de sus necesidades energéticas y un tercio del grano, se comprometió a "estimular la inversión de empresas chinas en Corea del Norte".
"Valoramos los progresos hechos por Corea del Norte en los últimos años", señaló Zhang, que utilizó el término "aliado" para referirse a su vecino del norte, cuyo régimen intenta seguir la senda china a la hora de reformar su depauperada economía.
Por su parte, Kim Yong-Nam agradecía "la desinteresada asistencia económica china durante los últimos años" y resaltó que "Corea del Norte quiere profundizar las relaciones de amistad con China, ya que este es el deseo de ambos pueblos".
El régimen estalinista norcoreano ha acometido en los últimos años profundas reformas liberales en su economía, con medidas como la creación de zonas económicas especiales o la eliminación de las cartillas de racionamiento para mejorar la productividad de la agricultura.
Corea del Norte -que hizo dos ensayos con misiles de corto alcance a mediados de este mes-, podría contar con una o dos armas nucleares y concluyó hace varias semanas el procesamiento de 8.000 barras de uranio enriquecido.
La actual crisis nuclear estalló hace un año cuando las autoridades de Corea del Norte reconocieron a funcionarios estadounidenses la existencia de un programa nuclear secreto, en violación del Acuerdo Marco suscrito por ambos países en 1994.