15/abril/2003
DAMASCO (Reuters) - Siria calificó el martes de "amenazas y falsedades" en beneficio de los intereses israelíes las acusaciones de Estados Unidos de que Damasco está desarrollando armas químicas.
El gabinete sirio dijo en un comunicado que "la escalada de amenazas y acusaciones de algunos funcionarios estadounidenses contra Siria está dirigida a minar su firmeza e influir en sus decisiones nacionales y sus posiciones nacionalistas (árabes)".
"El gabinete rechazó estas acusaciones y alegaciones y las considera una respuesta al estímulo israelí y un servicio a los objetivos y ambiciones de expansión" de Israel", agregó el comunicado que además demandó el cese de "la ocupación estadounidense de Iraq".
El comunicado fue emitido después de que Washington dijo que Siria era una nación hostil y que Estados Unidos examinaría medidas diplomáticas y económicas contra Damasco.
En Madrid, el embajador sirio dijo anteriormente que las acusaciones estadounidenses de que Siria protege terroristas eran un insulto.
"Es un insulto a mi país, un insulto a un país miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, también un insulto a un país pacífico que lucha y trabaja por una paz duradera en Oriente Medio", dijo el embajador, Mohsen Bilal, a la radio de la cadena SER.
Al preguntársele sobre la descripción de Siria del portavoz de la Casa Blanca como estado que protege a terroristas, el diplomático dijo: "Rechazamos esta acusación de forma categórica porque no tiene ninguna base".
Bilal también negó que Siria le hubiese concedido protección a líderes iraquíes que podrían haber escapado a través de la frontera.
El diplomático afirmó que la guerra liderada por Estados Unidos en Iraq había sido motivada por los intereses petroleros y por proteger a Israel.
"El petróleo ya lo han obtenido, también la destrucción de Iraq (...) Hoy Estados Unidos inició la fase segunda de la guerra que es hacer de Israel el elemento más potente en Oriente Medio", añadió.
El secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, acusó el lunes a Damasco de realizar pruebas con armas químicas en los últimos 12 a 15 meses, y de proteger a los principales políticos de Saddam Hussein. El secretario de Estado Colin Powell advirtió de posibles sanciones diplomáticas o económicas.
"Están chantajeando a nuestro país", aseguró Bilal.
El presidente estadounidense, George W. Bush, trató de sumar el lunes al jefe del gobierno español, José María Aznar, a su campaña para presionar a Siria, y le pidió que advirtiera a Damasco que no debía proteger a cómplices de Hussein.
Pero Aznar, uno de los aliados más leales de Bush durante la crisis sobre Iraq, dijo en Varsovia el martes que "Siria es un país amigo de España y va a seguir siéndolo." "Siria no es un objetivo militar para nadie, ni existe por parte de nadie la más mínima intención de extender ninguna situación conflictiva,", dijo Aznar.
"Creo que todo este furor por Siria se ha ido de la mano y no tiene nada que ver con las intenciones o metas de nadie", agregó.
También dijo que conversaría con líderes sirios el martes o miércoles, pero que no les haría demandas.