Gómez Palacio, Dgo.- Trabajadoras de la clínica del ISSSTE se quejaron de lo que consideran incumplimiento de contrato con la constructora Procasa. Dicen que ya pagaron cantidades cercanas a la liquidación y no ven avances en la obra. Su preocupación aumenta al ya no establecer contacto con el propietario de la empresa.
Rosantina Torres Vargas, Patricia Castro Orihuela, y Guadalupe Loera Venegas, son algunas de las empleadas que contrataron los servicios de Juan Pablo Sosa Vaca, a través de su sindicato, desde diciembre de 2001.
Fue a finales del citado año, cuando las trabajadoras y algunas compañeras entregaron el cheque de la primera ministración por 100 o 150 mil pesos, según el caso. Y fue hasta julio de 2003, cuando se entregó la segunda ministración y el constructor inició la obra.
?Solamente trabajaron un mes y después pararon todo?, dijo Rosantina Torres, mientras en el caso de Guadalupe Loera, la finca ya fue liquidada y se encuentra en obra negra.
La inquietud de las quejosas se deriva por la constante evasión del constructor y los argumentos que brinda al ser localizado, donde promete que seguirá con el trabajo pero no hay avances.
Por tal motivo, las afectadas informaron que previa asesoría, y después de desahogar trámites en la ciudad de Durango, interpondrán varias denuncias penales contra Sosa Vaca por robo, fraude y demás que resulte.
Actualmente los teléfonos de la constructora y del propietario no son contestados y según el último reporte de las quejosas, Juan Pablo Sosa esta trabajando en Ciudad Obregón, Sonora.