TORREÓN, COAH.- La tarde de ayer en el Panteón Municipal, se dio el último adiós a Rigoberto Espinoza Morales “Príncipe Halcón”, quien fuera uno de los más importantes exponentes de la lucha libre lagunera en las dos últimas décadas, quien falleciera la noche del pasado domingo.
Con la partida de “Príncipe Halcón”, una vez más la lucha libre de la Comarca Lagunera sufre una sensible baja, ya que en vida se caracterizó por ser una persona dedicada al deporte y al trabajo, gozando de la amistad de la gente, particularmente de sus compañeros de profesión y aficionados a este deporte.
El debut de este elemento en la lucha libre se dio en 1984, en la entonces Arena Deportiva Leandro Valle, situada en las inmediaciones de la calle Leandro Valle y avenida Guerrero, para lo cual debió cumplir con un riguroso proceso de entrenamiento bajo la responsabilidad del Halcón Suriano, su padre, quien le supo enseñar la técnica y el respeto por esta profesión.
Aunque en La Laguna nunca luchó con máscara, fuera de la región sí la utilizó al igual que sus demás hermanos; nunca la perdió, pese a haberla expuesto en varias ocasiones ante rivales que sabían de la importancia de lograr esta tapa.
Sobre el ring tuvo importantes rivales, de los cuales se destacó Tony “Pitufo” Varela, elemento con el cual tuvo grandes confrontaciones en los diferentes escenarios laguneros, principalmente en el Palacio de los Deportes, donde incluso rapó al rudo tras un gran combate en el encordado, contando en su esquina con el apoyo de su papá, mientras que su rival también tuvo como second a su padre, mejor conocido en el ambiente como “El Húngaro”.
Junto con sus hermanos Juan (Caballero Halcón) y Jorge (Pequeño Halcón), formó en la década de los ochentas y parte de los noventas, una de las mejores tercias de La Laguna, la cual se caracterizaba por el buen manejo de la lucha técnica, sin duda la más importante herencia que en el plano deportivo les heredó su padre, el inolvidable “Halcón Suriano”, don Juan José Espinoza Meza, fallecido hace algunos años en esta ciudad y quien es considerado uno de los mejores exponentes del pancracio, además de prestigiado maestro de muchos importantes exponentes de la lucha libre.
Sus combates en equipo, cuando se les conocía como “Los Halcones”, eran garantía de un buen desempeño, fuera cual fuera el rival.
Posteriormente alternó también con Fernando (Junior Halcón), el menor de sus hermanos, con el cual también compartió el escenario.
El retiro de los encordados se dio en la Arena La Rosita de la colonia Vicente Guerrero, aproximadamente hace dos años, debido a problemas de salud, pero se mantuvo ligado a la lucha libre, ya que desde hace aproximadamente diez años se dedicaba al diseño y confección de equipos de lucha libre, labor que realizaba por encargo de sus propios compañeros.
Al conocerse la noticia del deceso de este elemento, familiares, amigos y compañeros luchadores, de inmediato acudieron a acompañarlo. Entre los gladiadores que se hicieron presentes figuraron El Ranchero, La Sombra, El Acuario, Verdugo, Míster Satán, El Tackle, Chicano Power, Indio Chirikawa, Sexy Piscis, Tony Arellano, Joe Marquina y Nato Chavarría.
La misa de cuerpo presente se realizó a partir de las 17:00 horas en la Parroquia de La Soledad, lugar del cual partió el cortejo con destino al Panteón Municipal, donde amigos y familiares dieron el último adiós al “Príncipe Halcón”.