02 octubre 2003
Viena, (EFE).- El Papa Juan Pablo II "se acerca a los últimos días y meses de su vida", dijo hoy, viernes, el arzobispo de Viena, el cardenal Christoph Schoenborn, quien destacó que toda la opinión pública mundial vive "un Papa que está muriendo".
"Es algo completamente natural", ya que también "una vida tan llena y tan intensa" como la de Juan Pablo II se acaba un día, dijo Schoenborn en una entrevista difundida por la radio pública austríaca ORF.
"Lo nuevo o insólito", según el arzobispo de Viena, es que alguien se acerque a ese momento "bajo la mirada de la opinión pública mundial".
"Toda la opinión pública mundial ve a un Pontífice que está enfermo, que se siente impedido y que está muriendo, aunque no sé si realmente es algo novedoso que se esté muriendo, pero se acerca a los últimos días y meses de su vida", señaló el cardenal austríaco.
Schoenborn recordó que los medios de información muestran sin piedad el estado de salud del Papa, quien como enfermo de Parkinson "no siempre puede aguantar la saliva", lo cual "en parte conmociona humanamente, pero por otra resulta ofensivo".
Sin embargo, Juan Pablo II no se deja inmutar por ello, ya que si quisiera "podría también retirarse y no dejarse ver", añadió.
Para el arzobispo vienés, quien planea visitar al Papa la próxima semana, las imágenes actuales que se transmiten al público del Sumo Pontífice constituyen "una muy fuerte señal para nuestra sociedad enferma de locura por el culto a la salud", pues ofrecen una versión contraria a esa ideología.
Según la agencia católica austríaca Kathpress, próxima al obispado vienés, el cardenal destacó las "dimensiones extraordinarias" del pontificado de Juan Pablo II y mencionó algunos hechos de su vida como "señales de carácter profético".
Así Schoenborn se refirió a la primera visita del cabeza de la Iglesia Católica a su país natal, Polonia, después de su elección, en 1979, su discurso ante 80.000 jóvenes musulmanes en Casablanca por invitación del rey de Marruecos, su visita al Muro de las Lamentaciones en Jerusalén en el año 2000, así como su reacción al atentado del 13 de mayo de 1981, perpetrado contra su persona.
Secretario del Papa resta importancia a informes sobre su salud
CIUDAD DEL VATICANO, (Reuters).- El secretario privado del Papa Juan Pablo II restó importancia el jueves a las preocupaciones sobre la salud del pontífice y dijo que los comentarios recientes de un prominente cardenal sobre el estado del Papa se habían sacado de contexto.
El arzobispo Stanislaw Dziwisz, desde hace muchos años secretario personal del Papa, dijo que el cardenal Joseph Ratzinger, un destacado prelado alemán, rompió a llorar cuando descubrió que comentarios que hizo en la calle habían aparecido en una revista.
"El cardenal Ratzinger estuvo llorando ayer", declaró Dziwisz a los periodistas que asistieron a un encuentro entre el Papa y el presidente de Lituania en el Vaticano.
"No dio entrevista a nadie, pero cuando fue abordado en la calle por un periodista sólo pudo decir: Si el Papa está enfermo, rece por él", explicó.
A principios de semana, la revista alemana Bunte citó a Ratzinger, quien dirige la poderosa Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano, diciendo en una entrevista: "Está en mal estado. Deberíamos rezar por el Papa".
El informe desencadenó una ola de preocupación por toda la comunidad de católicos romanos, formada por unos 1.000 millones de fieles.
Los temores sobre la salud del Pontífice, de 83 años, han aumentado recientemente debido a su apariencia cada vez más débil en las últimas semanas.
Además de intentar aclarar las declaraciones de Ratzinger, Dziwisz instó a los periodistas a no dramatizar en exceso los problemas de salud de Juan Pablo II y aseguró que mucho de lo que se ha escrito en los últimos años ha demostrado ser falso al final, y añadió con una sonrisa: "Algunos periodistas que en los últimos años han hablado y escrito mucho sobre la salud del Papa ya están en el cielo".