11 noviembre 2003
CIUDAD DE GUATEMALA, (Reuters).- El segundo hombre de la candidatura del general Efraín Ríos Montt reconoció el martes la derrota del ex dictador y abanderado del oficialismo en las elecciones presidenciales del pasado domingo en Guatemala.
Con dos tercios de los votos contabilizados, el empresario Oscar Berger aparece como vencedor de los comicios con un 38 por ciento de los sufragios, pero deberá medirse en una segunda vuelta en diciembre con el segundo, el izquierdista Alvaro Colom. Ríos Montt quedó en tercer lugar.
"Por supuesto aceptamos los resultados", declaró el candidato a vicepresidente por el Frente Republicano Guatemalteco (FRG) de Ríos Montt, Edin Barrientos. "La elección es una expresión del motivo de la gente y la gente no votó por nosotros (...) La gente no votó por nosotros porque los medios hablaron mal de nosotros a largo de la campaña", agregó.
Ríos Montt, de 77 años de edad y acusado de ordenar masacres de indígenas durante su dictadura en 1982-1983, estuvo además manchado por los dardos lanzados contra el FRG por la corrupción y un aumento del crimen organizado durante el gobierno del saliente presidente Alfonso Portillo.
Berger, un ex alcalde conservador de Ciudad de Guatemala y candidato de la élite económica, se mostró victorioso en la noche del domingo, cuando dijo a sus entusiastas partidarios que se había comenzado a derrotar a la corrupción, la deshonestidad y la desvergüenza.
"Estamos tranquilos. Sabemos que hay un juez que se llama pueblo y si dice que no, es no. "¿Qué le vamos a hacer? Nos vamos a la oposición otra vez", declaró Barrientos a la radio Emisoras Unidas.
Durante la campaña, Ríos Montt desestimó las encuestas que lo ubicaban en un distante tercer lugar en las intenciones de voto, argumentando que fueron publicadas por periódicos que apoyaron la candidatura del empresario Berger, de la coalición GANA.
"Imagínense una campaña política en la que los medios de comunicación y diez contendientes están en contra", dijo Barrientos a la radio local. "No es hora de tirarse los platos (dentro del FRG) sino de continuar hacia adelante, porque tenemos una gran porción de alcadías en el interior del país".
Según cálculos extraoficiales, el FRG pudo haber ganado unas 150 de las 331 alcaldías en Guatemala.