Dr. José Alfredo Montemayor Trejo.
Docente – Investigador del ITA N° 10
A finales de los ochentas un nuevo sistema de irrigación fue desarrollado por Howard Wuertz y Scout Tollefson en Arizona, quienes fueron los pioneros en desarrollar un sistema de goteo enterrado para cultivos en hileras, hoy llamado riego por goteo subsuperficial (SDI) por sus siglas en inglés. El sistema ha experimentado una mayor expansión a partir de 1991, en el año 2000 fueron establecidas 80,800 ha en California y 12,120 ha en florida, despertando el interés de los productores e investigadores. El riego subsuperficial, consiste básicamente en un sistema de filtros, tuberías principales, subprincipales y líneas regantes enterradas en el suelo, (de aquí el nombre de subsuperficial) éstas son parcialmente rígidas o flexibles también conocidas como "cintillas", colocadas a una profundidad en el suelo desde 0.05 a 0.5 m. En el Estado de Kansas, por ejemplo, estos sistemas han sido típicamente usados a una profundidad de 40 cm y en un amplio rango de separación entre emisores. La cintillas llevan el agua hasta la superficie del cultivo y posteriormente es dosificada gota a gota en la zona radicular del cultivo mediante orificios regularmente espaciados de 20, 30 cm o mayores dependiendo del cultivo que se desee establecer. La ventaja de la cintilla o tubería enterrada es que en la superficie del suelo prácticamente no hay humedad, por lo que el proceso de evaporación directa del agua del suelo se ve disminuido hasta en un 30%. Esto es sumamente benéfico en las zonas áridas, donde la radiación solar, que es la fuente de energía principal para la evaporación, alcanza en estas zonas más de 1000 watts por metro cuadrado, es decir lo equivalente a diez focos de 100 watts en un metro cuadrado. Actualmente en los sistemas de riego tradicionales, se estima que el 40% del agua aplicada a los cultivos se pierde por evaporación directa del suelo en los cultivos, no siendo aprovechada y escapa a la atmósfera en forma de vapor. Existen otras ventajas por el sistema, como es el ahorro de mano de obra, la aplicación de fertilizantes en el sistema, éstos pueden ser dosificados y aplicados de una manera correcta que evite la precipitación de agroquímicos a las aguas subterráneas, esta característica lo hace ser un sistema de riego ecológicamente sustentable. Actualmente en la Comarca Lagunera se están realizando pruebas con éxito de la adopción de estos sistemas, principalmente en los cultivos forrajeros, puesto que éstos representan el 60% de la superficie de siembra. En maíz por ejemplo, se tienen resultados de ahorros de agua mayores a un 30%, con incrementos en rendimiento superiores al 50%, en alfalfa los resultados obtenidos son igualmente promisorios. Por lo que se espera que en un período relativamente corto, estos sistemas sean adoptados por los agricultores.
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