03 noviembre 2003
México, (EFE).- El presidente de México, Vicente Fox, admitió hoy, en vísperas de su viaje a EU, que el acuerdo en materia de migración con ese país demorará, por lo que recomendó no generar "expectativas más allá de lo que es la realidad".
"Tenemos que mantener los pies en el piso y ser cuidadosos porque llevamos meses donde no hubo avance alguno", dijo el presidente en una rueda de prensa con corresponsales extranjeros.
Fox iniciará mañana, martes, una gira por Arizona, Nuevo México y Texas con el objetivo de reforzar las relaciones comerciales y políticas, acercarse a las comunidades mexicanas que residen en Estados Unidos y conversar sobre migración.
Al explicar el punto en el que se encuentran las conversaciones en materia migratoria con Estados Unidos, dijo que ambos países han regresado "a la mesa de las pláticas" y que "el próximo paso es la (reunión) binacional a celebrarse en Washington".
"A partir de allí tendremos un programa específico. Lo que sí creo es que iremos avanzando con algunas resoluciones concretas en algunas áreas específicas, mientras vamos construyendo en su conjunto el acuerdo integral", explicó.
El gobernante señaló que "lleva" en su viaje a los estados fronterizos con México la recomendación realizada por el Senado de que denuncie la situación desfavorable de los emigrantes de su país.
"Cuando hay que reclamar, reclamamos, cuando hay que denunciar, denunciamos, cuando hay que platicar constructivamente y desarrollar un proceso de avance en el tema de migración, es la ruta más importante para nosotros", recalcó.
Fox insistió en que el tema sobre migración debe ser "un asunto constructivo" y "positivo para ambas naciones", que debe conversarse de "gobierno a gobierno", en un esquema "federal".
Explicó que el viaje tiene un objetivo político, "intensificar" las relaciones con los estados incluidos en la gira; otro económico, consistente en impulsar el comercio y las inversiones, y un último con el que se busca un acercamiento a las comunidades mexicanas para "escuchar" sus problemas.
Fox se reunirá con los gobernadores de Arizona, Janet Napolitano; de Nuevo México, Bill Richardson, y de Texas, Rick Perry; así como con representantes de los partidos Demócrata y Republicano en los congresos locales.
Señaló que el propósito es que la frontera con estos estados "funcione sin violencia", pero que también haya "un flujo ordenado de personas".
Destacó que la "estrategia" es intercambiar "ideas sobre migración" a través de los líderes de las comunidades mexicanas allí residentes, los gobernadores y los congresistas.
Al referirse a la situación en la frontera sur del país, Fox negó que el Gobierno esté utilizando al ejército mexicano "para detener migrantes" centroamericanos y enfatizó que los militares se dedican a luchar contra el tráfico de armas, drogas y personas.
Añadió que hay oficinas de derechos humanos para asegurar un trato digno a los emigrantes centroamericanos, e incluso ha propuesto a los países de la región que abran consulados en la zona.
Insistió además en la necesidad de implementar las reformas estructurales pendientes, entre ella la fiscal, con la que, según dijo, se pretende "mejorar las condiciones de los pobres".
Explicó que la reforma impositiva que propone, uno de cuyos puntos consiste en reducir el Impuesto al Valor Agregado (IVA) de un 15 por ciento a un 10 por ciento y aplicarlo a medicinas y alimentos, pretende mejorar la situación social en México.
En ese sentido recalcó que el propósito del Gobierno es dialogar con las distintas fuerzas políticas del Congreso, donde la reforma está estancada, para compensar de alguna forma a las "personas de menores ingresos".
Fox confirmó que el proyecto de Ley de Presupuesto de 2004 que el Ejecutivo enviará esta semana al Congreso incluirá la propuesta de establecer una tasa única del IVA del 10 por ciento.
Al ser consultado sobre si estas medidas fiscales propuestas pueden generar un malestar social similar al que se ha desencadenado recientemente en otros países latinoamericanos, Fox aseguró que su país goza de "una gran institucionalidad que le da estabilidad política, económica y social".