POR MARÍA ELENA HOLGUÍN
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Presencia de plomo muy por encima de los estándares de seguridad que marca la Agencia de Protección al Ambiente (EPA, por sus siglas en inglés), fue detectada en el suelo de la Plaza de la Tortuga de la colonia Torreón Jardín, situación que pone en riesgo la salud pública de quienes asisten a este paseo y particularmente, de la población infantil.
El médico pediatra, José Manuel Velasco Gutiérrez, informó que así lo determinaron los resultados de los análisis que se practicaron sobre algunas muestras de tierra tomadas en ese sitio, durante el pasado mes de octubre.
La EPA establece un límite de hasta 400 partes por millón de plomo contenidas en el suelo; si éste se rebasa se considera una situación de riesgo que cuando se ha presentado en los Estados Unidos, ha dado lugar al cierre temporal de algunas áreas verdes o de recreación.
Las muestras de suelo de la Plaza de la Tortuga contenían más de mil 200 partes por millón, lo que además de rebasar la norma permisible, indica que hubo un incremento del 30 por ciento con relación al plomo contenido en el suelo que se detectó el año anterior.
En los estudios efectuados en 2002, la Jurisdicción Sanitaria Número Seis también fue informada, pero al decir del médico, se desconoce si hubo el seguimiento adecuado.
José Manuel Velasco informó que dichos estudios se realizaron por invitación de la Subprocuraduría de Procedimientos Penales C y de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Ambientales, como seguimiento a una denuncia que está en manos de la Procuraduría General de la República por los daños a la salud pública que ocasiona la empresa metalúrgica Met Mex Peñoles.
Indicó que los resultados ya fueron informados al jefe de la Jurisdicción Sanitaria Número Seis con sede en esta ciudad, César del Bosque Garza, quien en el ámbito de su competencia deberá dar una solución inmediata.
En este caso, dijo el pediatra, lo menos es informar de los altos índices de contaminación a las personas que acuden a la Plaza de la Tortuga, y proceder a cercar el área e impedir el ingreso de los niños, cuyo riesgo de incrementar los niveles de plomo en su organismo es grave. También deberá tomarse en cuenta la situación de los pequeños que acuden al jardín de niños Cámara Junior, aledaño al sitio de paseo público.
A su vez, indicó que instancias como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) deberán proceder al rescate ecológico del lugar, por lo que también fueron enteradas de la situación.
A través de la Asociación de Colonos, los vecinos de Torreón Jardín recibieron toda esta información.
Los estudios efectuados en el interior de las viviendas de ese sector, no arrojaron niveles de plomo superiores a la norma (40 microgramos por pie cuadrado) y esto puede atribuirse a la alta población de árboles y jardines y a que las casas tienen la debida protección en puertas o ventanas.
Remediación sin efecto
Los niveles de contaminación por plomo resurgen a pesar de las medidas de remediación que adopta la empresa metalúrgica.
Hace dos años el estudio practicado por el Centro de Control de Enfermedades de Atlanta, de los Estados Unidos (CDC), indicaba que el 50 por ciento de las viviendas cercanas a la refinería tenían plomo por encima de los estándares de seguridad para la protección de la salud pública.
En la actualidad, se percibe que la remediación mantiene el fenómeno de reposición, lo que indica que los niveles de plomo vuelven a presentarse en un sitio que ya fue sujeto a labores de limpieza.
Al decir de Manuel Velasco Gutiérrez, los últimos estudios detectaron plomo en el suelo de las recámaras de los niños, a diferencia de hace dos años en que éste se detectó en las áreas de juego u otras piezas de las viviendas de colonias como la Primero de Mayo o la Luis Echeverría.
Aunque la CDC aseguraba que el impacto ambiental de la contaminación por plomo de la Metalúrgi-ca debía considerarse a una distancia de 4.5 kilómetros de la planta, la Profepa aseguraba que sólo había que tomar en cuenta dos kilómetros.
“Los últimos datos nos deben hacer reaccionar acerca de cuál es la situación en las áreas más cercanas a la planta en este momento; la finalidad de los estudios no es otra que evitar que haya más niños envenenados por plomo en su sangre”, refirió.