EL PAÍS
PEKÍN, CHINA.-Siete meses después de que fuese detectado el primer caso en la provincia china de Guangdong, la neumonía atípica está tocando a su fin, según dijo ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS). La enfermedad, que ha provocado 790 fallecidos y 8,445 infectados en todo el mundo, ha pasado una elevada factura a sectores como el turismo, el transporte aéreo y la hostelería en las zonas afectadas, principalmente Asia y Toronto (Canadá). La OMS analizará hoy viernes si levanta el consejo de no viajar que pesa sobre algunas provincias chinas.
“En lo que respecta al número de casos, estamos viendo el fin de la epidemia”, aseguró ayer en Manila Hitoshi Oshitani, responsable de enfermedades transmisibles del organismo internacional en la región. Oshitani, que hace unos días mostró su escepticismo sobre la situación en China, donde se han registrado el 63 por ciento de los contagios y el 43 por ciento de las muertes, tuvo ayer palabras más positivas para Pekín. “Creemos que el brote en China está bajo control”, dijo, “pero no totalmente en Taiwán”.
La declaración coincidió con la que realizó en la capital china David Heymann, director ejecutivo de Enfermedades Transmisibles de la OMS. Éste ha visitado la ciudad para analizar el rápido descenso del número de infectados, que ha despertado las sospechas en la agencia y en la comunidad internacional. Las dudas sobre la información que remitían las autoridades chinas ha sido constante. Del origen de la epidemia, 305 infectados y cinco muertos en ocurridos en la provincia china de Guangdong, China no informó hasta el 11 de febrero.
“Nos han impresionado los datos que nos han proporcionado. Han sido informativos, completos y reflejan el enorme esfuerzo que ha realizado China para contener el SARS (síndrome agudo respiratorio y grave)”, dijo. “Ha habido un trabajo masivo para movilizar a la población y asegurar que los pacientes eran rápidamente identificados, aislados y tratados”. Según Heymann, una de las razones que explican la fulgurante bajada del número de nuevos casos es la gran reducción registrada en el plazo de identificación de los enfermos.
Las declaraciones se produjeron durante una rueda de prensa de marcado carácter diplomático realizada por primera vez conjuntamente con las responsables sanitarios chinos. La cifra de infectados diarios ha pasado de más de un centenar a principios de mayo a menos de diez en las dos últimas semanas.
Gao Qiang, vice ministro de Sanidad, aseguró que van a investigar a los pacientes recuperados para intentar aclarar algunas de las sombras que aún inquietan a la OMS. El organismo ha mostrado su preocupación porque considera que los pacientes con síntomas leves no están siendo diagnosticados correctamente. Además, a diferencia de otros países, no se sabe cómo se ha infectado la mayoría de la gente.
China está haciendo análisis de sangre a los pacientes recuperados para ver si tienen anticuerpos y comprobar quién padeció la enfermedad y quién no, con el objetivo de aclarar dónde se produjeron errores.
El Gobierno ha otorgado especial importancia a la visita de Heymann, ya que su opinión será clave en la decisión que debe tomar la directora general de la OMS, Gro Harlem Brundtland, sobre el levantamiento del aviso de no viajar a Pekín, Hebei, Shanxi, Tianjin y Mongolia Interior. Ambos directivos tienen previsto reunirse para estudiar la situación. Un total de 5,328 personas se han visto afectadas por la enfermedad en el país, de las cuales 343 han fallecido y 4,457 se han recuperado.