San José, (EFE).- Varios ecologistas y científicos hicieron un llamado para proteger los bosques del norte de Costa Rica, donde habita la lapa verde, y advirtieron que de no conservar su hábitat estas exóticas aves desaparecerán en poco tiempo.
La Convención Internacional de Comercio de Especies Amenazadas (CITES), que ubica a la lapa verde dentro de su lista de especies en grave peligro de extinción, respalda las alertas de los conservacionistas.
Las poblaciones de esta majestuosa ave se extienden desde el este de Honduras hasta el norte de Colombia, con un grupo aislado en el Pacífico de Ecuador, pero cada año los investigadores logran ver menos de ellas en los árboles o surcando el cielo.
En Costa Rica, la lapa verde habita unos 1.000 kilómetros cuadrados de bosques fronterizos con Nicaragua, en el norte del país, pero la deforestación de esta zona ha reducido sus poblaciones en casi un 90 por ciento, dijo a EFE el investigador del Centro Científico Tropical Olivier Chassot.
Los estudios de Chassot indican que estas frágiles aves han visto reducido su hábitat por la tala indiscriminada de muchos de los árboles de la zona, especialmente los almendros, que constituyen la principal fuente de alimento y lugar de anidación de las lapas.
"El almendro es el árbol donde se construyen el 90 por ciento de los nidos de la lapa verde y constituye el 80 por ciento de su dieta", detalló.
Si bien no se tiene un registro del número de lapas que habitan en la zona, las investigaciones señalan que actualmente unas 200 lapas verdes viven entre Costa Rica y Nicaragua, pero sólo hay unas 35 parejas en edad reproductiva.
Chassot explicó que para garantizar la supervivencia de una especie silvestre se necesitan al menos 50 parejas reproductivas, pues debajo de este umbral el nivel de diversidad genética para que una población se mantenga en buenas condiciones no es suficiente.