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IRAPUATO, Gto.- Aficionados de los Freseros de Irapuato, encabezados por 500 integrantes de la porra “Los Hijos de la Mermelada” ingresaron al Estadio “Sergio León Chávez”, con el objetivo de expulsar a un comando de pistoleros que mantenía asegurado el inmueble.
Anoche mismo, el presidente de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), Alberto de la Torre, decidió posponer “por falta de garantías” el encuentro sabatino que definiría el ascenso, y citó a los presidentes del León y el Irapuato para hoy a mediodía.
Como policías y ladrones... Piedras contra armas de alto calibre. Una multitud frente a un grupo de 16 empistolados.
Las consecuencias: la detención de Arturo López Gutiérrez, de 53 años. Originario de Cuautitlán Izcalli. Según el prisionero - uno de los infractores-, él sólo era cocinero del grupo armado.
Aterrado, luego de que lo rodeó una turba enardecida, no pudo evitar el llanto. De inmediato fue resguardado por elementos de Seguridad Pública. Eso sí, no se salvó de algunas patadas y golpes. Fue trasladado a la Agencia Uno para su investigación por el delito de despojo, y puesto en libertad horas más tarde.
Los casquillos encontrados pertenecen a armas calibre .38. El escape de los otros 15 sujetos fue peliculesco: un helicóptero que pertenece a la policía bancaria y de seguridad pública del Distrito Federal intentó aterrizar en la cancha del “Sergio León Chávez” para rescatar a los empistolados. No le fue posible, porque en ese momento la afición irrumpió en el inmueble. De inmediato se elevó y luego intentó hacer lo mismo en una preparatoria cercana a los hechos, sin éxito.
Los perseguidos tomaron distintos caminos. Algunos de ellos alcanzaron a abordar una camioneta color verde con placas GGT3409, la cual fue reportada a la Policía Federal de Caminos para su detención.
Los hechos ocurrieron al filo de las 16:00 horas, cuando miembros de la porra “Los Hijos de la Mermelada”, respaldados por aficionados locales, irrumpieron en el inmueble. Golpearon la puerta seis y luego derribaron la alambrada que resguarda las puertas diez y 11.
Al percatarse, los gatilleros aguardaban el helicóptero, pero como no pudo aterrizar los perseguidos tuvieron que huir por la puerta 11, que da salida al Bulevar Lázaro Cárdenas.
En ese momento detuvieron a Arturo López.
La policía tenía previsto desalojar a los sicarios a las 17:00 horas. Incluso ya se había conversado con el presunto líder del grupo, Rojas Martínez Rey, que se identificó como comandante de la policía bancaria e industrial del Distrito Federal y aseguró que la toma del inmueble era legal, aunque no quiso decir de quién recibía órdenes.
Uno de los jóvenes que pertenecen a la porra fresera explicó que él fue de los primeros en ingresar al inmueble. Al ver a los individuos, “con aspecto de guaruras”, el aficionado intentó perseguirlos, pero éstos dispararon contra un muro para poder escapar. Las marcas quedaron grabadas en los ladrillos.
El comandante José Antonio Leycegui Garnica, director de Seguridad Pública, informó que “el helicóptero tocó tierra, aunque sólo 15 segundos y se retiró”.
Informó que aunque los aficionados violentaron la ley al irrumpir en el inmueble, “no podemos actuar contra cuatro o cinco mil personas. En este caso era lo menos grave”.
Mientras el Ministerio Público determina la situación legal del estadio, Seguridad Pública estará a cargo de su resguardo.
Entre tanto, Rodrigo Fernando Pérez, subdirector operativo de Seguridad Pública, identificó al helicóptero como policía bancaria del Distrito Federal y aseguró que de acuerdo con la legislación aérea no será difícil detectar a la unidad e identificar a los tripulantes, quienes intentaron aterrizar de manera ilegal en el inmueble.
“Afortunadamente no hubo heridos ni muertos”, dijo Pérez.
Sin embargo, testigos precisaron al Diario Correo que uno de los pistoleros es miembro de seguridad del Estadio “Nou Camp”.
Al término de la trifulca y una vez controladas las instalaciones tanto por porristas como corporaciones policiacas -que revisaron minuciosamente el lugar-, Jorge Mendiola “El Chivo”, miembro de “Los Hijos de la Mermelada”, tranquilizó a sus seguidores dentro del estadio. Los aficionados se volvieron a formar en torno al estadio como si nada hubiera ocurrido.
Entonces llegaron miembros de la directiva fresera, entre ellos el vocero Armando Uribe y Carlos Meléndez. Éste informó que “ambas partes llegaron a un arreglo”, pero cuando le preguntaron cuál era la otra parte y si se trataba de Carlos Ahumada, nervioso dijo desconocer de quién se trataba.