El Servicio Civil de Carrera es “letra muerta” en Durango, al estar vedados en la práctica los puestos directivos para los 45 mil trabajadores de base que laboran en las dependencias públicas del Gobierno Federal, que son desplazados por improvisados que llegan de aprendices por amiguismo, cuestiones de grupo político, y hasta nepotismo, desaprovechándose la experiencia, capacidad y profesionalismo del personal que conoce las funciones del área gubernamental.
José Luis Martínez Prado, Secretario General del Comité Ejecutivo Estatal de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, dijo que pese a que a nivel nacional se ha impulsado el Servicio Civil de Carrera, en las dependencias federales de Durango, en los hechos no se ha reflejado, ya que sigue la práctica añeja de colocar en los cargos de confianza, de directores para arriba, a personas que de entrada desconocen el funcionamiento de la dependencia, pero que en muchos casos carecen del perfil adecuado para desempeñar las actividades del área.
A decir del dirigente de la FSTSE, es común que los trabajadores de base, con años de experiencia, capacidad y nivel profesional alto, se utilicen para capacitar a los funcionarios improvisados que llegan a ocupar los puestos directivos, lo cual es una injusticia que se traduce en que el servicio civil de carrera, pese a los ofrecimientos gubernamentales, no opera, al menos en el caso de Durango.
Señaló que todas las dependencias públicas requieren directivos con perfiles adecuados para desarrollar las funciones específicas: en la Secretaría de Agricultura (Sagarpa), deben ser conocedores del desarrollo rural, y de todo lo que se refiere a los sectores agrícola, ganadero y pecuario. Pero por lo general se envía a personas que, además de no cumplir con tales características, son foráneas y, por ende, también desconocen el estado.
Es necesario que el Gobierno, en reconocimiento a la trayectoria, capacidad, experiencia y profesionalismo del personal de base, aplique el Servicio Civil de Carrera y dinamice el escalafón para que sindicalizados accedan a cargos directivos y hasta las delegaciones.
En la actualidad, solamente hasta determinado nivel, por debajo de los directivos, es hasta donde pueden llegar los trabajadores de base, lo que genera desánimo, pero aun así la gran mayoría está inmersa en la capacitación y superación constante.
Dijo que el senador Joel Ayala Almeida, dirigente nacional de la FSTSE, realiza gestiones permanentes para lograr que el Servicio Civil de Carrera sea una realidad, por lo que estimó que en el 2004 pudieran sentarse las bases legales para que sea una obligación admitir en cargos directivos a trabajadores de base y se termine con la improvisación que significa mayor gasto económico.