01 agosto 2003
El Cairo, (EFE).- Raghda, la hija mayor de Saddam Hussein, afirmó hoy ante las cámaras de una televisión árabe que su padre fue traicionado por sus colaboradores más cercanos y que esa fue la razón por la que Bagdad cayó sin resistencia.
En declaraciones a la televisión "Al Arabia", Raghda apareció tocada con un pañuelo blanco, en señal de luto por la muerte de sus dos hermanos, y se convirtió así en el primer miembro de la familia de Saddam Hussein que aparece vivo en un medio de comunicación y declara sobre lo ocurrido durante la guerra.
La hija mayor del dictador aseguró, además, que desde que el pasado 9 de abril se desplomó el régimen de Saddam Hussein, no ha visto a su padre ni a su madre, ni a sus ahora muertos hermanos, Uday y Qusay.
"Aquellos que se consideraban la mano derecha le traicionaron. Pero ante todo se traicionaron a sí mismos y traicionaron a su país", dijo Raghda, en declaraciones exclusivas al canal árabe de televisión por satélite "Al Arabiya". Sin embargo, la hija mayor del derrocado dictador no ofreció los nombres de los supuestos traidores.
Esta semana, el diario iraquí "Al-Zaman" también aseguraba que el general Maher Sufian al-Tikriti, jefe de la milicia de los "Fedayin Sadam" en Bagdad, su segundo, Ali Abdel Rashid al-Tikriti y el jefe de los servicios secretos, Taher Yalil Habuch, traicionaron al presidente iraquí.
Añadía que Abdel Rashid al-Tikriti informó a EU sobre el lugar donde se hallaba Saddam y Qusay y los movimientos del Ejército iraquí el día que estalló la guerra, el 20 de marzo.
También lo habría hecho el 7 de abril, cuando la aviación estadounidense bombardeó una mansión en Bagdad, donde se aseguraba que el ex dictador presidía una reunión.
Raghda, viuda de Hussein Kamel, asesinado por Sadam Hussein en 1996 tras regresar del exilio, no explicó si estuvo en contacto con su padre y sus hermanos durante los 20 días que terciaron entre el inicio de la guerra y la caída de Bagdad.
Según su relato, comenzó a darse cuenta de la "traición" cuando observó que los soldados del Ejército iraquí abandonaban sus puestos "envueltos en el pánico".
"La traición fue contra Iraq, no contra la familia gobernante", insistió la que fuera mujer del hombre que durante años dirigió el Ministerio de Industria militar, encargado de las supuestas armas de destrucción masiva.
"Poco después, llegaron a nuestra casa dos vehículos blindados especiales, me sacaron desde el barrio de Al-Mansur y me llevaron a las afuera de Bagdad, donde me junté con el resto de las mujeres de la familia", explicó Raghda. "Yo tenía una metralleta entre las piernas. Teníamos que tomar una rápida decisión. Mi madre (Sajida Jiralla) nos sugirió que nos dispersáramos. Desde entonces no la he visto", agregó.
Raghda y su hermana Rana, junto a nueve de sus hijos, fueron autorizadas el jueves a entrar en territorio jordano gracias a una decisión personal del rey Abdula II. Al final de la entrevista en televisión, se veía a Raghda y a los nueve nietos de Saddam llorando.
Según fuentes próximas a la corona alauí, el soberano adoptó esa decisión por "razones humanitarias". La hija mayor de Saddam también acusó al primo de su padre, Ali Mayid "el Químico" de ser el responsable directo del asesinato de su marido.
Jordania fue ya en 1995 tierra de asilo de los maridos de Rana y Raghda, los también hermanos Hussein Kamel y Saddam Kamel, que huyeron ese año de Bagdad y anunciaron su intención de combatir políticamente el régimen de su suegro.
Ambos regresaron en 1996 a Iraq, donde fueron asesinados por orden del antiguo líder iraquí, que los acusó de traición.