Agencias
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Juan Pablo II agradeció ayer con voz temblorosa las “intensas emociones” vividas durante la celebración del 25 aniversario de su pontificado y pidió a la Virgen María la fuerza necesaria para continuar su ministerio.
El anciano Papa enfermo, de 83 años, fue saludado por la ovación de decenas de miles de fieles reunidos al mediodía local en la Plaza de San Pedro del Vaticano bajo un bello sol otoñal para escuchar la oración del Angelus y su bendición.
Juan Pablo II tosió en dos ocasiones y el sonido, amplificado por los altavoces, conmovió a los asistentes. Pero el Papa leyó toda su alocución con voz clara, aunque temblorosa, parándose en varias ocasiones para retomar el aliento. Luego saludó a los peregrinos en alemán, español e italiano bajo una salva de aplausos y aclamaciones.
“Doy gracias a Dios por estos 25 años al servicio de la Iglesia (...) y pongo mi vida y mi ministerio en manos de la Virgen María”, agregó.
El Papa dio las gracias a continuación a “los jefes de Estado y los dirigentes de tantos países que enviaron sus felicitaciones” y por “los testimonios de los cristianos de otra confesión, así como los de los fieles de otras religiones”.
Juan Pablo II, quien concluyó ayer dos semanas de festejos por los 25 años de su pontificado, dijo que “están aún vivas en mi ánimo las intensas emociones probadas en estos días”.
El Papa, de 83 años y enfermo del mal de Parkinson, apareció debilitado durante las diferentes citas ligadas al aniversario de su pontificado, que incluyeron la beatificación de la Madre Teresa de Calcuta y el consistorio de nombramiento de 31 cardenales.
Karol Wojtyla debió suspender el viernes pasado por consejo de sus médicos su participación en una misa en San Pedro por el inicio del año académico de las universidades eclesiásticas.