Reporte Económico
El cuento es muy viejo pero refleja bien lo que esta pasando... dícese que en un poblado campirano un campesino, dijo un día alertando a los pobladores, al escuchar aullidos: ?Hay viene el lobo?. Al otro día por la mañana, cuando los vecinos advertían que el animal no llegaba, luego de que habían salido a media noche de sus casas a cuidar sus gallinas, recriminaban al campesino.
Una semana después, hizo lo mismo: señaló la misma advertencia al escuchar los aullidos del animal, otra vez el lobo no llegó y nuevamente el vecindario lo recriminó en protesta. Unas semanas después, cuando ante la tercera advertencia el vecindario hizo caso omiso de la alerta del campesino- pero esta vez si fue cierto- el lobo hizo de la suyas con gallinas, conejos y demás, pagando los pobladores el costo de hacer caso omiso de las advertencias de su vecino.
Algo similar sucede con las alertas que cotidianamente se señalan sobre que urge llevar a cabo las reformas económicas estructurales- en el plano fiscal, laboral, energético, educativo y concerniente a la operación del gobierno que sigue siendo un ente burocrático e ineficiente-.
Ayer mismo, el economista en jefe de Bancomer, lanzó nuevamente el aviso señalando que por este rezago en las mencionadas reformas ?que de llevarse a cabo generarían una actividad económica extraordinaria y despertarían del letargo en el que se encuentra la actividad de los negocios y los particulares- la economía mexicana (El Producto Interno Bruto) crecerá sólo 1.6 por ciento este año.
Se trata del pronóstico más bajo que hasta la fecha ha planteado una dependencia privada. Ahora suena a chascaarrillo pero hay que recordar que el Presidente de la República, en su campaña, habló de que la economía mexicana crecería siete por ciento anualmente y se generaría más del millón de empleos que requiere el país.
Nada pasó. El primer bienio del foxismo ha sido de gran estancamiento, lo que significa que se han dejado de crear más de un millón de empleos lo que ha elevado el subempleo a niveles extraordinarios. Para este mismo año, es decir para el 2003, el gobierno se ha empecinado en mantener la meta de que la economía mexicana crecerá tres por ciento. Los siguientes ámbitos entre otros muchos han señalado que esto es imposible: J.P.Morgan, Merry Lynch, El Fondo Monetario Internacional, El Banco Mundial, la Comisión Económica Para America Latina (CEPAL), la Organización Económica para el Comercio y Desarrollo(OECD), el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, Banamex, ahora Bancomer... ¡y hasta el propio Banco de México!
Todos estos ámbitos ?nacionales e internacionales- han sostenido que es literalmente insostenible que la economía mexicana crezca tres por ciento, que lo más probable es que haya un repunte marginal, débil, incipiente - en pocas palabras insuficiente y magro- de apenas 1.5-1.6 por ciento.
Todos estos ámbitos, sin excepción, han sostenido que urge en el país las reformas estructurales. Todos estos ámbitos sin excepción han advertido del riesgo de las evidentes dificultades del gobierno para fijar los consensos básicos de carácter político, que le de viabilidad a estas reformas.
Todos estos ámbitos, sin excepción, han condenado el deplorable papel de los legisladores y los partidos políticos opositores al gobierno, que aprovechando el ambiente de libertades publicas, producto de los avances evidentes en la democracia en sus intereses partidistas, dejando a un lado el interés supremo de la nación.
Pero, como el campesino en el poblado en este enorme país de 100 millones de habitantes y que -se dice - aspira a la modernidad, nadie les cree..
Pero en verdad le digo estimado lector... ¡Hay viene el lobo!