Un soldado judío murió como consecuencia de tiroteos en la frontera entre ambos países.
Jerusalén.- El ejército israelí atacó ayer con morteros una aldea en el sur de Líbano, en represalia por la muerte de uno de sus soldados en un ataque lanzado desde uno o dos automóviles que transitaban por territorio del vecino país.
El soldado era miembro de una patrulla fronteriza que fue atacada desde Libano por desconocidos que viajaban en un vehículo, aunque testigos citados por el sitio electrónico del Haaretz Daily afirmaron que se trató de dos automóviles.
Los miembros de la patrulla respondieron el ataque con ráfagas al aire de fusil-ametralladora en la carretera que comunica las aldeas libanesas de Adaysé y Kfar Khuba.
El nombre del militar fallecido no fue proporcionado, y su cadáver fue transportado en un helicóptero al Instituto de Medicina Forense en Tel Aviv.
Más tarde Israel lanzó fuego de mortero que tuvo como blanco una zona al norte del poblado de Kfar Shuba, cercano a la frontera israelí, aseguraron fuerzas de seguridad libanesas.
En tanto, el portavoz de la fuerza internacional de las Naciones Unidas en Líbano (FINUL) Milos Struger, confirmó que por lo menos diez bombas de mortero cayeron en territorio del pequeño país enclavado entre Israel y Siria.
Hasta el momento el ejército líbanes desconoce si el bombardeo dejó alguna víctima entre la población civil, pero de acuerdo con testigos los proyectiles alcanzaron un autobús, así como tres casas ubicadas cerca de los límites territoriales de aquella nación.
El grupo integrista Hezbollah se deslindó ya de la autoría del ataque a la patrulla fronteriza israelí, luego de que las primeras versiones le atribuyeron el hecho.
El incidente ocurre después de que fuerzas israelíes atacaran el sábado un presunto campo de entrenamiento de la organización Yihad Islámica en Siria, en respuesta al atentado del mismo día que dejó 19 muertos en Haifa, 12 de los cuales serán enterrados mañana martes.
De acuerdo con información de inteligencia israelí, en esta zona funcionan células del grupo integrista musulmán Hezbollah. Hace tres años, este grupo chiíta con sede en Libanes, que cuenta con el apoyo de los gobiernos de Siria e Irán, logró que Israel se retirara del sur libanés después de 22 años de ocupación.