10 noviembre 2003
RIYAD, (Reuters).- Estados Unidos sostiene que Al Qaeda quiere derribar el gobierno saudita pro occidental y a la familia real, pero Riyad insiste en que los radicales que mataron por lo menos a 17 personas en el atentado suicida del domingo no van a desestabilizar el reino.
"Está bien claro para mí que Al Qaeda quiere derribar a la familia real y al gobierno de Arabia Saudita", dijo el vicesecretario de Estado Richard Armitage a la televisión Al Arabiya, en declaraciones transmitidas el lunes.
El mayor exportador de petróleo del mundo, en lucha contra una violencia islámica insurgente, dijo que perseguirá a los que se encuentren tras el atentado contra un conjunto de viviendas en Riyad y, lo mismo que Washington, culpó de ello a Al Qaeda.
El atentado del domingo, atribuido a la red Al Qaeda de Osama bin Laden, mató a por lo menos 17 personas e hirió a unas 120, incluidos 36 niños. En mayo, otro atentado en un complejo residencial de Riyad mató a 35 personas.
"(El atentado es) una señal de desesperación y no de alguien que va a lograr alterar el equilibrio social o la estructura política de un país", dijo a Reuters el embajador saudita, príncipe Turki al-Faisal.
El ex jefe de inteligencia saudita, describiendo el conjunto de viviendas de mayormente trabajadores árabes expatriados como un blanco accesible, dijo que el reino había tenido éxitos contra militantes en los últimos seis meses. "Ha habido muchos arrestos, muchas localizaciones de arsenales de armas, municiones y explosivos", dijo.
Los sospechosos del atentado se hicieron pasar como policías e hicieron explotar su coche con explosivos en el complejo de viviendas Muhaya en la capital saudita.
Washington sabía que atentado era inminente
Estados Unidos sabía de la inminencia de un atentado en Arabia Saudí, pero no tenía detalles precisos sobre el objetivo o sus posibles autores para desbaratar la trama, informó hoy el diario "The New York Times".
Varias fuentes oficiales señalaron al periódico que los servicios de inteligencia habían destacado la inmediatez de un atentado como el perpetrado en la noche del sábado contra un complejo residencial del oeste de Riyad, en el que murieron 17 personas y más de cien resultaron heridas.